El nuevo presidente de Chile, Sebastián Piñera, se fijó el domingo un plazo de dos meses para restablecer la normalidad en las áreas de salud, educación y vialidad tras el terremoto que el pasado 27 de febrero afectó el centro y sur del país.
También anunció el envío de dos proyectos de ley, en los próximos días, para acelerar la reconstrucción del Estado.
Piñera manifestó este compromiso en el inicio de una visita de dos días a las regiones sureñas del Maule y el Bío Bío, las más afectadas por el sismo, donde también anunció un plan para la reconstrucción de un millón de viviendas dañadas.
El gobernante se desplazó a primera hora del domingo hasta la ciudad de Concepción, situada 515 kilómetros al sur de Santiago y que ayer despertó con un nuevo temblor de 5,8 grados Richter, según el Servicio Sismológico de la Universidad de Chile.
En la cercana localidad de Talcahuano, devastada por el terremoto y posterior tsunami, Piñera estableció en su tercera jornada como presidente un período máximo de 60 días para solucionar las prioridades en las áreas de salud, educación y vialidad.
Sebastián Piñera (de rojo), inspecciona los daños causados por el terremoto y tsunami en el puerto de Talcahuano
Exigió a su ministro de Educación, Joaquín Lavín, que en un plazo de 45 días los 1,2 millones de niños que aún no han iniciado el curso escolar asistan a clases.
El propio Lavín estimó que cerca de 560.000 alumnos no van a poder volver a sus colegios originales y deberán ser reubicados en otros centros, y señaló que los daños del terremoto en el sector educativo se calculan en 2.100 millones de dólares.
Además, Piñera pidió al titular del Ministerio de Salud, Jaime Mañalich, normalizar la atención a través de hospitales de campaña y emergencia, dado que 18 centros públicos del país están dañados a causa del sismo.
En tanto, el ministro de Obras Públicas, Hernán de Solminihac, deberá ocuparse de la reparación de las infraestructuras y carreteras más urgentes para poner en marcha el aparato productivo del país.
El ministro de Economía, Juan Fontaine, supervisará un programa para reconstruir las viviendas, instalar casas prefabricadas y dar ayuda a propietarios para que reparen sus hogares.
Piñera explicó ayer que enviará en los próximos días al Congreso dos proyectos de ley ya anunciados. Uno de ellos será de emergencia, con el fin de utilizar todas las herramientas y recursos disponibles para enfrentar la catástrofe, y otro será de reconstrucción e implicará “una reformulación profunda” del presupuesto de 2010.
El terremoto de 8,8 grados en la escala de Richter, que sacudió a Chile hace dos semanas, dejó más de 500 muertos y medio millón de casas destruidas.
El viernes, el Presidente, cuya investidura se realizó el jueves pasado en medio de sismos, cifró en 30.000 millones de dólares los daños causados por el terremoto y anunció la creación de un fondo para la reconstrucción del país, que será financiado con ahorros soberanos, ingresos por la exportación del cobre y créditos externos.
Al respecto, el gobernante ecuatoriano, Rafael Correa, que también es presidente Pro Témpore de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), anunció una reunión del organismo para la tercera semana de abril, con el objetivo de analizar la forma de ayudar a Chile.
Durante su recorrido, Piñera se mostró partidario de mantener el toque de queda que rige en las regiones del Maule y el Bío Bío para garantizar el orden público y la seguridad ciudadana.
Según los medios locales, 1.609 personas en total han sido detenidas en ambas regiones por infringir el toque de queda y otros delitos.
Piñera finalizará este lunes su recorrido en Iloca y Curicó, antes de regresar a la capital.
De agencias EFE y AFP. Publicado en El Telégrafo, Ecuador
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