El rebrote neonazi en Sudamérica (IV): Bolivia

Como en los demás casos, el punto de partida de la investigación de Los Lanzallamas, fue el trabajo del académico e investigador chileno Isaac Caró, titulado "Movimientos neonazis en el cono sur americano y sus ramificaciones".
De acuerdo al trabajo del chileno, entre 2004 y 2005, tres eran los movimientos de corte neonazi que existían en el territorio boliviano, y los tres contaban con sitios de difusión de sus ideas a través de la web, asociados al "portal madre" argentino, Ciudad de Libre Opinión.
Las agrupaciones eran la Liga de Acción Americana, el Frente Socialista de Naciones Bolivianas, y la organización Mujer Nacional Socialista Boliviana. De las tres, sólo una se mantiene activa en la actualidad, aunque hay numerosas agrupaciones que han ido naciendo desde entonces, como contrapartida, al parecer, del proceso que al nivel institucional viene encarando el presidente Evo Morales.
Las agrupaciones filonazis bolivianas, a diferencias de las de otros países, se cuidan más de evidenciar el uso de símbolos históricos del movimiento alemán de mediados del siglo XX, y o incluso adecuan sus postulados. Sin embargo, eso no hace que tengan menor adhesión a la ideología neonazi ue se expande en el resto de Sudamérica.
Un caso es el de la Unión Juvenil Cruceñista (UJC), una agrupación que se hizo claramente visible durante el "paro cívico obligatorio" en Santa Cruz de la Sierra, la zona que se autodefine como "blanca" y libre de la herencia indígena de Bolivia.
Fue el 28 de agosto de 2007, y el blog de "María Escándalo", una habitante de Santa Cruz, publicó bajo el título "Le duela a quien le duela", imágenes de la jornada, entre ellas la de una camioneta de la Unión Juvenil Cruceña, donde, como dice el dicho, "una imágen vale más que mil palabras".
El periodista boliviano José Luis Exeni publicó en su blog "Fadocracia" una serie de denuncias sobre las acciones de los miembros de la Unión Juvenil Cruceñista.
Y finalmente, el diario El Deber se hizo eco del tema del rebrote neonazi en un artículo que señala en uno de sus párrafos. "aunque suene ilógico y poco creíble para el lector, en Bolivia –con una población indígena del 61 por ciento según el Instituto Nacional de Estadística (INE)– existen neonazis… y no son pocos".
"La intolerancia hacia diferentes formas de pensar y vivir, como la homosexualidad, el mestizaje, la libre elección del aborto, las creencias religiosas, la prostitución, el rechazo al comunismo o al capitalismo son algunos de los rasgos comunes que identifican de forma general a los neonazis bolivianos".
Las distintas agrupaciones tienen sede en ciudades importantes como La Paz, Cochabamba, Santa Cruz y Potosí.
Una agrupación como la Unión Radical Nacional Socialista de Bolivia (URNSB), que hay quienes ubican como recientemente desaparecida, llegó a ubicarse entre las treinta organizaciones neonazis más importantes del mundo que pertenecían a la Unión Mundial de Nacional Socialistas (World Union National Socialist).
Las agrupaciones neonazis de Bolivia se cuidan de hacerse visibles, a excepción de aquellas ciudades donde se saben tranquilas por el "guiño" de las autoridades, y donde realizan congresos, ataques cementerios judíos, o fuertes ataques a los homosexuales. Santa Cruz de la Sierra es la ciudad donde más pasto fértil encuentran estas agrupaciones.

Una camioneta de la Unión Juvenil Cruceñista, durante una protesta antigubernamental en Santa Cruz de la Sierra en 2007

Evolución
La Falange Socialista Boliviana fue legalizada en 1940, bajo la presidencia del general Enrique Peñaranda. En 1945, uno de los fundadores de FSB, Oscar Unzaga de la Vega fue nombrado de forma unánime jefe nacional de esa agrupación.
Por entonces, el Movimiento Nacional Revolucionario (MNR) de Bolivia, era una agrupación de ideología nazista, aunque una década más tarde los fascistas que la integraban fueron expulsados.
La llegada del alto oficial de las SS alemanas Kalus Barbie a Bolivia, en los años ’50, generó una verdadera proliferación de agrupaciones neonazis en ese país, que lentamente se iría extinguiendo hacia comienzos de los ’80.
Sin embargo, las agrupaciones filonazis de Bolivia sufren recambios, modificaciones en sus nombres, o reemplazos de sus integrantes, pero nunca terminan de irse del todo.
"Los neonazis bolivianos pueden pasar desapercibidos en la universidad, en la oficina o en alguna dependencia pública o privada y su perfil laboral puede abarcar desde un empleado hasta un profesional, aunque la mayoría de los entrevistados denota una alta preparación académica y una probable pertenencia a las clases medias y altas. Los que existen en Bolivia se identifican por una clara convicción política", describe un artículo del diario La Epoca, de Bolivia.
La antigua Falange Socialista Boliviana fue fundada en 1937 por Óscar Únzaga de la Vega en Chile y desapareció en la década del 90. Hoy Horacio Poppe Inch es el nuevo líder de la FSB, partido aún sin personería jurídica y, según su mentor, sin filiación al nacionalsocialismo.
Poppe es conocido internacionalmente por asistir a las reuniones de esta tendencia, incluso fue uno de los representantes bolivianos –junto a Jaime Portugal Bustillo – que participó en el "Primer Encuentro Ideológico Internacional de Nacionalidad y Socialismo" realizado en abril (mes que se recuerda el natalicio de Hitler) del 2000 en la localidad de Concón, 150 kilómetros al oeste de Santiago, en Chile, organizado por Patria Nueva Sociedad (PNS, la principal organización neonazi en Chile), según informó la prensa chilena.
Uno de los frutos de esta reunión fue la instalación de la "Red Nacionalista Continental Sur Americana", de la cual Poppe es uno de los fundadores.
A su retorno de Chile, tal como señala un artículo del diario El Deber, Poppe fundó el Movimiento Neounzaguista, en honor a Óscar Únzaga de la Vega, y el 2002 intentó registrar la personería jurídica de la FSB ante la Corte Nacional Electoral (CNE), lo cual le fue negado por no haber cumplido con la reinscripción de su militancia.
Sin embargo, la Vicepresidencia de Bolivia honró el 19 de febrero 2003 a los "Héroes del Patrimonio" condecorando a Horacio Poppe Inch, presidente del Movimiento Neo Unzaguista Boliviano.
Cuando el 2005 Poppe decidió reinscribir ante la Corte Departamental Electoral de Chuquisaca a Falange como ‘Agrupación Ciudadana Departamental’ el pedido fue rechazado.
Actualmente la FSB difunde sus ideas mediante la página de internet http://www.antorcha.tk–/t_blank.
La FSB cuenta, según sus propios responsables, con 40 mil afiliados, y es la segunda agrupación neonazi de Bolivia en cuanto a su magnitud, después de la Unión Juvenil Cruceñista (UJC), que cuenta con 130 mil afiliados, siempre según sus conductores.
Pero lejos están de ser las dos únicas caras del fenómeno neonazi en Bolivia.

El nazi "boliviano"
Una mirada retrospectiva permite descubrir que no fue Bolivia uno de los lugares preferidos por los nazis para refugiarse tras la derrota en la Segunda Guerra Mundial.
El país del altiplano sudamericano, sin embargo, habría sido el hogar de al menos un puñado de ellos, durante largas décadas. En eso coinciden varias versiones, aunque la otra mitad de la biblioteca se inclina en sentido contrario.
Pero, como una suerte de macabra compensación ante la poca cantidad de refugiados(*), se acentuó la ferocidad, en particular, la de uno de ellos, Klaus Barbie, conocido como "el carnicero de Lyon.

Nikolaus "Klaus" Barbie Hees nació en Berlín el 25 de octubre de 1913. En 1934, a la edad de veinte años se unió a las SS, e inmediatamente después de graduarse en la universidad se convirtió en miembro del Partido Nacional Socialista Alemán de los Trabajadores (Nsdap) en 1937.
Su apego a la causa nazi, su habilidad para las pesquisas y los idiomas (hablaba cuatro) hizo que se le asignasen labores de ‘limpieza’ y contrainteligencia. En ese nivel, sus primeros trabajos los desempeñó en el propio Berlín localizando reuniones clandestinas de judíos, homosexuales y prostitutas.
En 1941, en plena Segunda Guerra Mundial, Barbie fue destinado a la Oficina de Asuntos Judíos y enviado a Amsterdam. Más tarde, en mayo de 1942, se le asignó misiones en Lyon (Francia). Allí se ganó el apodo de ‘El Carnicero de Lyon’, como jefe de la Gestapo local. Fue acusado de numerosos crímenes, incluyendo la captura de 44 niños judíos escondidos en la villa de Izieu.
También se ha establecido que torturó, en persona, hasta la muerte a Jean Moulin, miembro de la Resistencia Francesa de más alto rango jamás atrapado por los nazis. Envió a campos de exterminio a 7.500 personas, ordenó 4.432 asesinatos, además el arresto y tortura de 14.311 combatientes de la Resistencia Francesa son también atribuidos a su accionar y al de sus subordinados.
Tras la derrota final del régimen nazi, Francia condenó a Barbie en ausencia a la pena de muerte. Sin embargo, fue protegido y empleado entre 1945 y 1955 por las agencias de inteligencia británica y estadounidense. El agravamiento de la Guerra Fría con los soviéticos hizo que Barbie actuase como adjunto de un esquema de contraespionaje antiizquierdista en Alemania liderado por Reinhart Gehlen. El equipo de ex espías nazis empezó a hacerse incontrolable y fue desestructurado.
Las fuerzas aliadas analizaron la posibilidad de asesinar a Barbie, o trasladarlo a un confín del planeta. En 1955, Barbie huyó a Bolivia junto a su familia a través de una gestión canalizada por religiosos. Se estableció en La Paz, donde fungió como empresario, asesor de diversas dictaduras e incluso de espía contratado por la CIA.
Tras ser detenido y expulsado de Bolivia, en 1983, su proceso judicial comenzó en enero de 1987, en Lyon. Finalmente, el 4 de julio de aquel año fue sentenciado a cadena perpetua por crímenes contra la humanidad. Cuatro años después, murió de cáncer estando en prisión.

Por el "Cuarto Reich"
Barbie fue buscado por la justicia francesa desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Los norteamericanos, entonces, que necesitaban esconder su asociación con criminales de guerra, le dotaron de una nueva identidad (en una broma macabra Barbie escogió el apellido del rabino que vivía cerca de su casa familiar y se convirtió en "Klaus Altmann") y facilitaron su fuga a América Latina a través de "la ruta de las ratas", un canal de escape para criminales de guerra nazis organizado desde el Vaticano por el sacerdote croata Krunoslav Draganovic y el servicio secreto de EEUU.
A Barbie, que primero vivió en Argentina y luego se radicó en Bolivia, viajando frecuentemente al Perú, se lo considera además ligado a la captura y asesinato de Ernesto "Che" Guevara en ese país del Altiplano.
Y también se lo acusa de haber participado en el asesinato de un importante empresario pesquero en Perú, a comienzos de los ’70 (Ver: "El rebrote neonazi en Sudamérica III). En Perú se mantuvo residiendo durante un tiempo, hasta que por una foto que le habían tomado casualmente a un amigo suyo, fue descubierto y regresó a Bolivia.
Barbie armó una red de apoyo para los nazis perseguidos y durante la década del 60 se involucró en la política boliviana con la derecha militar llegando a propiciar el golpe de Estado de Luis García Meza, realizado con mercenarios y asesores nazis que se llamaban a sí mismos "los Novios de la Muerte" y cuyo objetivo era crear el IV Reich en Bolivia.
Para desgracia del ex alto integrante de las SS alemanas, sus socios militares bolivianos aprovecharon la situación para impulsar el tráfico de cocaína como negocio desde el Estado, lo que les hizo perder el apoyo de EEUU, provocando la caída del IV Reich a apenas 18 meses de su fundación.
Barbie se trasladó entonces al Perú, pero su verdadera identidad fue desenmascarada en enero de 1972 y debió retornar a Bolivia.
Llegado al poder el régimen izquierdista de Hernán Siles Suazo, Barbie fue entregado en la Guyana a las autoridades francesas, que lo llevaron a Francia para ser juzgado por sus crímenes en 1983.
Durante el juicio que se le hiciera en Francia, años después, uno de los acusadores fue el padre de Eliane Karp, si la esposa de el ex presidente peruano Alejandro Toledo, que había sido torturado por Barbie en un campo de concentración.

El Carnicero en el celuloide
En 2007, y dirigida por Kevin Macdonald, vio la luz la película "My enemy’s enemy" (algo así como el enemigo de mis enemigos), que retrata no sólo la historia de Barbie, sino también su relación con la CIA y Estados Unidos.
Lo que en principio podría parecer una paradoja, no lo es tanto, si se piensa en algunas de las muchas variables confirmadas por investigaciones durante, y en especial después de la Segunda Guerra Mundial, que indican que Estados Unidos no fue tan duro con el régimen nazi una vez derrotado.

El film que retrata la historia de Klaus Barbie

La Operación Paperclip (originalmente Operación Overcast) fue el nombre en clave de la operación realizada por el Servicio de Inteligencia y Militar de los Estados Unidos para extraer de Alemania científicos especializados en las llamadas Armas Maravillosas del Tercer Reich, como cohetes, armas químicas y experimentación médica después del colapso del régimen nazi durante la Segunda Guerra Mundial.
Según Wikipedia, fueron "más de 700" los científicos llevados, junto a sus familias llevados a Estados Unidos. Presuntamente, eso se realizó de manera tan secreta que no hubo "conocimiento o aprobación del Departamento de Estado" norteamericano, siempre, según la misma fuente, que asegura, por otro lado, que "ninguno de ellos (los científicos alemanes) tenía cualificación para un visado de entrada en los Estados Unidos, pues todos habían servido a la causa nazi durante la Segunda Guerra Mundial".
En ese contexto, "numerosos documentos fueron reescritos para limpiar el nombre de diversos científicos envueltos en esa operación, a fin de posibilitar su entrada en el país e impedir que cayeran en manos de la Unión Soviética".
"Gran parte de las informaciones concernientes a la Operación Paperclip aún están clasificadas como secreto absoluto; además, hubo una operación aún más secreta para conseguir secretos nucleares alemanes, equipamiento y personal: la llamada Operación Alsos", añade el mismo informe.
Más allá de los motivos con los que se busque justificar esas operaciones, los cierto es que inicialmente fueron científicos, pero también, parece haber varios indicadores de que jerarcas del nazismo y militares alemanes fueron ayudados, manifiesta o implícitamente, por Estados Unidos para su huida.
Otro, como en el caso de Klaus Barbie, se convirtieron en "mano de obra" para el "garante de la libertad en el mundo" en los años de la llamada "guerra fría".
Para cerrar, entonces, un párrafo que parece resumirlo todo, y que forma parte de la crítica de la película en el sitio http://marcel.zonalibre.org: "¿Cómo fue que la CIA trabajó con un prófugo nazi? Ya lo explica el nombre de este documental. Poco duró el buen ambiente entre aliados y soviéticos al concluir la Segunda Guerra Mundial y se dio paso a la Guerra Fría y la lucha contra la amenaza del comunismo. Nadie mejor que un viejo conocido para echar una mano".

(*) Hay informes en la web que ubican en Bolivia al neofascista italiano Stefano Delle Chiaie, contratado por el Ministerio de Defensa y asignado al Ministerio del Interior en abril de 1980 con el nombre de Ramiro Fernández.
También Herbert Kopplon (ex SS), Hans Juergen, Manfred Kuhlmann, Napoleón Leclerc y Hans Stellfeld.
Luego estos elementos habrían sido usados por Luis García Meza Tejana, presidente de facto de Bolivia en 1980, y que fuera desplazado en 1981, en el marco de aparentes luchas entre grupos que pugnaban por controlar el tráfico de drogas en Bolivia.
Además, estuvieron ligados al "Plan Cóndor", donde las dictaduras del cono sur americano intercambiaban información de opositores políticos que eran secuestrados, torturados y asesinados.

Fuentes:
Wikipedia
Blog "Clío", Perú (http://clioperu.blogspot.com/)
Diario El Deber, Bolivia (http://www.eldeber.com.bo/)
Embajada de Bolivia en Argentina (http://www.embajadadebolivia.com.ar/)
Indymedia, Bolivia (http:// bolivia.indymedia.org)
Diario La Época, Bolivia (http://www.la-epoca.com/)