Recientemente, el portal Observatorio Petrolero Sur (http://opsur.wordpress.com/) publicó en un informe sobre la estrecha relación existente entre las redes de trata de mujeres que operan a lo largo y a lo ancho de Argentina, y la llamada “ruta del petróleo” en el país.
Los Lanzallamas trae a sus lectores ese informe en entregas semanales, cada martes, comenzando a partir de esta primera entrega, coincidente con el 25 de Mayo, el día en que Argentina celebra los doscientos años transcurridos desde que en 1810, se declaró como un territorio independiente.
Es justamente en el marco de esta celebración, que se hace necesario adentrarse en este y en otros de los aportes que realiza el Observatorio Petrolero Sur, para que aquella gesta de los hombres de mayo no sea una imagen congelada en los libros, sino una construcción diaria, y colectiva, del modelo de país que soñaron los próceres de Mayo.
Introducción
“Las dinámicas laborales de la industria hidrocarburífera, concentración de hombres lejanos a sus hogares y altos sueldos, resultan una combinación tentadora para las redes de trata de mujeres y niñas para la explotación sexual. Sobre la centenaria estructura del negocio prostibulario patagónico hoy crece una de las últimas formas de esclavitud, amparada por funcionarios públicos y una cultura machista que transforma en objeto a la mujer y naturaliza la explotación de su cuerpo”, fue el párrafo inicial, introductorio del trabajo de OPSur.
Y más adelante queda puntualizado que el “si bien en diferentes regiones del país, como la de Cuyo y el Noroeste, se extraen hidrocarburos, al indagar sobre la superposición de la ruta de la trata con la del petróleo nos circunscribimos a las provincias patagónicas por ser éstas las que concentran la mayor actividad a nivel nacional”.
Finalmente, desde OPSur destacan que “fue el volumen de noticias en los medios patagónicos lo que nos alertó sobre la situación y motivó a producir este informe”.
En el bicentenario argentino, casi 100 años de prostitución ligada a la explotación petrolera
El informe de OPSur comienza citando a la coordinadora General del Programa Esclavitud Cero de la Fundación El Otro, Mercedes Assorati, cuando sintetiza la situación actual de la Patagonia en una frase: “El sur del país es un enorme prostíbulo”.
“Esto tiene una raíz histórica, tiene que ver con el desarrollo de la industria petrolera y con la presencia de hombres solos que estaban largos períodos de tiempo en lugares donde no había mujeres. Ahora esto cambió un poco pero es como una impronta cultural. De manera que la existencia de prostíbulos en el sur es centenaria y está directamente vinculada a la industria petrolera”, dijo Assorati.
Según OPSur, “la afirmación de Assorati puede ser cotejada fácilmente. Un caso paradigmático es el de Plaza Huincul. El primer prostíbulo abierto en la localidad fue habilitado a mediados de la década 1920 y funcionó bajo la tutela de la empresa Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF): las mujeres que allí trabajaban eran empleadas del Estado”.
Citando una nota del diario Río Negro (http://www.rionegro.com.ar/) de mayo de 2007, en la que quien hablaba era Roberto Villa, autor del libro “Por los caminos del petróleo”, el trabajo de OPSur señala que el prostíbulo, que casi podría haberse denominado “estatal” y que funcionó hasta los posteriores a 1960, nació como idea de un reconocido ingeniero.
“El ingeniero Alberto Landoni (vio que) los días de franco la gente se iba a Neuquén y no volvía. El éxodo era cada vez más grande y fue por eso que le llevó un proyecto al ingeniero Enrique Mosconi”, el padre de la industria petrolera estatal en Argentina, para crear esa suerte de prostíbulo estatal.
El informe sigue con otro aporte de la provincia de Río Negro, de otro diario (http://diario.rionegro.com.ar/), donde quien habla es un integrante del Centro de Derechos del Comahue (CeDHCo), quien aseguraba en febrero de 2009, que “la historia (de Plaza Huincul) se repite en todas partes: con la llegada del petrolero llegaron los prostíbulos y después el pueblo… Es algo asociado con la ciudad y su gente”.
La nota venía a colación de un operativo policial realizado en la ciudad de Rincón de los Sauces (Neuquén), obviamente contra la trata de personas, por que lo que en ella, el intendente de la localidad, aseguraba entonces que “[Rincón de los Sauces] no escapa a la realidad de todas las comunidades petroleras o mineras del país y del mundo, porque ésta es la realidad. O sea esto hace a nuestra identidad también. Por lo general la industria del petróleo genera este tipo de actividades”.
“Este fenómeno no fue exclusivo de la industria petrolera sino que se dio en torno a toda actividad productiva que congregara trabajadores varones. Los prostíbulos también llegaron detrás de las guarniciones militares, como es el caso de General Pico, en La Pampa. Incluso el historiador y periodista Osvaldo Bayer, en su investigación sobre la masacre de peones rurales en Santa Cruz, rescata la valentía de las mujeres del prostíbulo La Catalana, que el 17 de febrero de 1922, en Puerto San Julián, se negaron a ‘atender’ a los uniformados que regresaban de asesinar huelguistas”, reseña, a manera de revisión histórica, el informe de OPSur, que aquí ofrecemos en esta primera entrega.
Los Lanzallamas trae a sus lectores ese informe en entregas semanales, cada martes, comenzando a partir de esta primera entrega, coincidente con el 25 de Mayo, el día en que Argentina celebra los doscientos años transcurridos desde que en 1810, se declaró como un territorio independiente.
Es justamente en el marco de esta celebración, que se hace necesario adentrarse en este y en otros de los aportes que realiza el Observatorio Petrolero Sur, para que aquella gesta de los hombres de mayo no sea una imagen congelada en los libros, sino una construcción diaria, y colectiva, del modelo de país que soñaron los próceres de Mayo.
Introducción
“Las dinámicas laborales de la industria hidrocarburífera, concentración de hombres lejanos a sus hogares y altos sueldos, resultan una combinación tentadora para las redes de trata de mujeres y niñas para la explotación sexual. Sobre la centenaria estructura del negocio prostibulario patagónico hoy crece una de las últimas formas de esclavitud, amparada por funcionarios públicos y una cultura machista que transforma en objeto a la mujer y naturaliza la explotación de su cuerpo”, fue el párrafo inicial, introductorio del trabajo de OPSur.
Y más adelante queda puntualizado que el “si bien en diferentes regiones del país, como la de Cuyo y el Noroeste, se extraen hidrocarburos, al indagar sobre la superposición de la ruta de la trata con la del petróleo nos circunscribimos a las provincias patagónicas por ser éstas las que concentran la mayor actividad a nivel nacional”.
Finalmente, desde OPSur destacan que “fue el volumen de noticias en los medios patagónicos lo que nos alertó sobre la situación y motivó a producir este informe”.
En el bicentenario argentino, casi 100 años de prostitución ligada a la explotación petrolera
El informe de OPSur comienza citando a la coordinadora General del Programa Esclavitud Cero de la Fundación El Otro, Mercedes Assorati, cuando sintetiza la situación actual de la Patagonia en una frase: “El sur del país es un enorme prostíbulo”.
“Esto tiene una raíz histórica, tiene que ver con el desarrollo de la industria petrolera y con la presencia de hombres solos que estaban largos períodos de tiempo en lugares donde no había mujeres. Ahora esto cambió un poco pero es como una impronta cultural. De manera que la existencia de prostíbulos en el sur es centenaria y está directamente vinculada a la industria petrolera”, dijo Assorati.
Según OPSur, “la afirmación de Assorati puede ser cotejada fácilmente. Un caso paradigmático es el de Plaza Huincul. El primer prostíbulo abierto en la localidad fue habilitado a mediados de la década 1920 y funcionó bajo la tutela de la empresa Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF): las mujeres que allí trabajaban eran empleadas del Estado”.
Citando una nota del diario Río Negro (http://www.rionegro.com.ar/) de mayo de 2007, en la que quien hablaba era Roberto Villa, autor del libro “Por los caminos del petróleo”, el trabajo de OPSur señala que el prostíbulo, que casi podría haberse denominado “estatal” y que funcionó hasta los posteriores a 1960, nació como idea de un reconocido ingeniero.
“El ingeniero Alberto Landoni (vio que) los días de franco la gente se iba a Neuquén y no volvía. El éxodo era cada vez más grande y fue por eso que le llevó un proyecto al ingeniero Enrique Mosconi”, el padre de la industria petrolera estatal en Argentina, para crear esa suerte de prostíbulo estatal.
El informe sigue con otro aporte de la provincia de Río Negro, de otro diario (http://diario.rionegro.com.ar/), donde quien habla es un integrante del Centro de Derechos del Comahue (CeDHCo), quien aseguraba en febrero de 2009, que “la historia (de Plaza Huincul) se repite en todas partes: con la llegada del petrolero llegaron los prostíbulos y después el pueblo… Es algo asociado con la ciudad y su gente”.
La nota venía a colación de un operativo policial realizado en la ciudad de Rincón de los Sauces (Neuquén), obviamente contra la trata de personas, por que lo que en ella, el intendente de la localidad, aseguraba entonces que “[Rincón de los Sauces] no escapa a la realidad de todas las comunidades petroleras o mineras del país y del mundo, porque ésta es la realidad. O sea esto hace a nuestra identidad también. Por lo general la industria del petróleo genera este tipo de actividades”.
“Este fenómeno no fue exclusivo de la industria petrolera sino que se dio en torno a toda actividad productiva que congregara trabajadores varones. Los prostíbulos también llegaron detrás de las guarniciones militares, como es el caso de General Pico, en La Pampa. Incluso el historiador y periodista Osvaldo Bayer, en su investigación sobre la masacre de peones rurales en Santa Cruz, rescata la valentía de las mujeres del prostíbulo La Catalana, que el 17 de febrero de 1922, en Puerto San Julián, se negaron a ‘atender’ a los uniformados que regresaban de asesinar huelguistas”, reseña, a manera de revisión histórica, el informe de OPSur, que aquí ofrecemos en esta primera entrega.
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