Lo expertos encontraron enormes columnas de petróleo bajo la superficie, que no eran visibles en las imágenes de satélite usadas hasta ahora para determinar el volumen de crudo derramado en el agua, lo que puede indicar que la fuga es mayor de lo calculada, indicó la agencia Ansa.
Al reproducir afirmaciones de científicos norteamericanos que publica el diario The New York Times, la agencia DPA señaló que las manchas de crudo submarinas tendrían una longitud de hasta 16 kilómetros, un ancho de seis kilómetros y una profundidad de unos 100 metros.
"Hay una alarmante cantidad de petróleo en el fondo en comparación con lo que vemos en la superficie", aseguró al periódico la investigadora Samantha Joye, de la Universidad de Georgia. Estos restos de petróleo podrían poner en peligro a los animales marinos.
De hecho, en las inmediaciones de las manchas la concentración de oxígeno es ya un 30 por ciento inferior a los niveles normales, algo "alarmante" según Joye. Esta concentración de crudo en el fondo podría haberse producido, según los científicos, por el empleo de los productos químicos con los que se intenta descomponer el petróleo, que impiden que el vertido alcance la superficie.
La British Petroleum procura frenar el derrame inyectando un tubo de extracción para canalizar el crudo que se sigue virtiendo al océano desde el 20 de abril, luego de explotar y hundirse la plataforma ubicada a menos de un centenar de kilómetros de las costas de Luisiana. Hasta ahora se calculaba que se vertían unos 5.000 barriles de petróleo al día.
De InfoRegión (Argentina)

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