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miércoles, 29 de septiembre de 2010

El presidente Bolivia llamó a indígenas del mundo a movilizarse contra mercantilización de la tierra

El presidente de Bolivia, Evo Morales, pidió no mercantilizar la tierra ni los recursos naturales. Denunció al programa Redd (Reducción de Emisiones de Carbono causadas por la Deforestación y la Degradación de los Bosques) y pidió "detener la destrucción de la Madre Tierra". El mandatario envió una carta a los pueblos indígenas y movimientos sociales del mundo para convocar a los indígenas a proteger la tierra y evitar su mercantilización.
"La naturaleza, los bosques y los pueblos indígenas no estamos en venta", son las primeras reflexiones de la misiva presidencial que denuncia que "se pretende utilizar a algunos dirigentes y grupos indígenas para promover la mercantilización de la naturaleza y en particular de los bosques, a través de la creación del mecanismo Redd y sus versiones".
Según una nota de Globovisión, el programa Redd está vigente desde el año 2008 y tiene como propósito que los países y las comunidades se beneficien de la gestión sostenible de los bosques y que contribuyan, al mismo tiempo, a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Bolivia fue uno de los primeros países en adscribirse al programa.
Morales explicó que hay mecanismos (como Redd) que buscan mercantilizar los bosques, con el falso argumento de que sólo se cuida y conserva aquello que tiene precio y propietario.
"Su propuesta es tomar en cuenta sólo una de las funciones de los bosques, que es su capacidad de absorción del dióxido de carbono y emitir certificados, bonos o derecho de carbono que se comercializan en un mercado de carbono", explicó.
Morales lamentó que la filosofía de los mercados de carbono permita que las empresas del norte puedan optar entre hacer reducciones de emisiones de gases (carbono) en sus países o comprar certificados Redd del país del sur, según su conveniencia.
"Así, un país desarrollado preferirá comprar un certificado de Redd, por 10 ó 20 dólares, de un país en vías de desarrollo para decir que ha cumplido con la reducción", comentó. "El sur, una vez más, volverá a financiar al norte, ya que esa empresa del norte se ahorrará mucho dinero comprando certificados de carbono de bosques del sur", añadió.
Esta política, señaló, no sólo permitirá a los países desarrollados hacer trampa con los compromisos medioambientales de reducción de emisiones, sino que darán inicio a la mercantilización de la naturaleza, "empezando por los bosques. Los bosques pasarán a tener precio por la cantidad de toneladas de carbono que son capaces de absorber".
Vaticinó que los bonos o derecho de carbono que certifican esa capacidad de absorción serán vendidos y comprados como cualquier mercancía a escala mundial, y "para asegurar que nadie afecte la propiedad de los compradores descertificados de Redd se instalará una serie de restricciones, que acabarán afectando el derecho soberano de los países y los pueblos indígenas sobre sus bosques y las selvas, lo que dará inicio a una nueva etapa de privatización de la naturaleza, nunca antes vista".Morales consideró que esta política de mercantilización podría irse extendiendo al agua, a la diversidad y a los servicios ambientales.

Economía verde
"Nosotros afirmamos que el capitalismo es la causa del calentamiento global y de la destrucción de los bosques, de la selva y de la Madre Tierra, ellos buscan ahora expandir el capitalismo a la mercantilización de la naturaleza, con el denominativo ‘economía verde’", denunció Morales.
Sostuvo que en el afán de conseguir apoyo a esta visión mercantilizadora, "algunas entidades financieras, gobiernos, organizaciones no gubernamentales, expertos y empresas intermediarias están ofreciendo un porcentaje de los beneficios de esta mercantilización de la naturaleza a los pueblos indígenas y a las comunidades de los pueblos que viven de los bosques nativos y la selva".
El mandatario, en su carta a los pueblos indígenas, señaló la necesidad de unir esfuerzos para reivindicar los derechos de la Madre Tierra.
"No aceptamos que se reduzcan los bosques nativos y las selvas a una simple cantidad mensurable de carbono; tampoco aceptamos que se confunda los bosques nativos con simples plantaciones de una o dos especies de árboles", señaló Morales.
También convocó a todos los países del mundo a trabajar juntos para evitar la deforestación y degradación de los bosques y de la selva.
"Es una obligación de los países desarrollados y es parte de su deuda climática y ambiental contribuir económicamente a la preservación de los bosques, pero no a través de su mercantilización. Hay muchas formas de apoyar y financiar a los países en vías de desarrollo", sostuvo.

Dirigentes indígenas
"No es admisible que aprovechando las necesidades de las comunidades y las ambiciones de algunos dirigentes y expertos indígenas, se pretenda involucrar a los pueblos indígenas en la mercantilización de la naturaleza", señaló Morales.
Fue contundente al aseverar que "no porque llegue a haber participación indígena en Redd" se aceptará que se ponga precio y se negocie en un mercado mundial de carbono. Pidió a los indígenas no dejarse confundir con la mercantilización.
Recordó que "cada día desaparece en el mundo una extensión de bosques y selva equivalente a 36 mil canchas de fútbol, cada año se pierden 13 millones de hectáreas de bosques y selva. A este ritmo, los bosques desaparecerán antes de fines de siglo", manifestó.
"Los bosques y la selva –añadió en su misiva– son la mayor fuente de biodiversidad, si continúa la deforestación, miles de especies animales y vegetales se perderán para siempre, más de tres cuartas partes del agua dulce accesible vienen de zonas de captación de bosques, de ahí que la calidad del agua empeora cuando la condición del bosque se deteriora. Los bosques constituyen una protección antiinundaciones, erosiones y desastres naturales, proveen bienes no maderables y maderables", acotó.
Redd Bolivia explica sus operaciones
Tras las observaciones realizadas por el Primer Mandatario a las tareas que realiza en el mundo el Programa Redd (Reducción de Emisiones de Carbono causadas por la Deforestación y la Degradación de los Bosques), la filial boliviana, Redd-FAN Bolivia, explicó las tareas que realiza en el país y descartó el fin de incursionar en el mercado de carbono.
Cambio conversó con Humberto Gómez, director ejecutivo de la FAN, quien trasmitió la siguiente declaración: "Somos una organización civil, sin fines de lucro. Trabajamos en Bolivia desde hace 20 años y estamos en concordancia con las políticas nacionales y con lo que el presidente Evo Morales y lo que el Viceministerio de Medio Ambiente Diversidad y Cambios Climáticos nos dicen. De ninguna manera nosotros apoyamos actividades que estén en contra de políticas nacionales, en el entendido de que una de las políticas –precisamente– está orientada a que estos incentivos, basados en mercado, no son reconocidos en el Gobierno boliviano como válidos; por lo tanto, nuestra organización de ninguna manera los prioriza o los trabaja".
Nosotros, evidentemente, trabajamos en programas que tienen que ver con la conservación y mantenimiento de nuestro patrimonio natural; pero desde el punto de vista de que eso favorece el desarrollo nuestro, como bolivianos y como organización boliviana que somos... si la política del Gobierno es ‘no a los mercados (de carbono)’, nosotros de ninguna manera vamos a promover un programa o algo que tenga que ver con mercados. De hecho, el único programa que teníamos lo hemos detenido, no funciona, está ahí parado, justamente porque somos respetuosos de cuál es la posición del gobierno y más bien nosotros estamos buscando en la medida de lo que nosotros podemos lograr, apoyar esas políticas".
La página web del sitio de esta organización, de la Redd, corresponde al portal: http://www.fan-bo.org/.

La Cidob avanza en la compensación
El líder de la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (Cidob), Adolfo Chávez, explicó que esa agrupación indígena trabaja con organismos no gubernamentales, como la FAN, en el marco de su estatuto institucional, "que habilita a la Cidob a hacer convenios con cooperaciones". También explicó que las tareas no involucran la incursión en mercados de carbono, sino más bien en aspectos de compensación y desarrollo para los pueblos indígenas, víctimas de la deforestación medioambiental.
Chávez explicó que actualmente, en los territorios indígenas, se realiza una zonificación, "identificando las potencialidades de la tierra, en recursos, turismo, ganadería y otras variables".
En esta primera fase se trabaja en los pueblos Chaco Pacahuara, Cavineño y Ese Ejja, pertenecientes a la región del río Bravo de la zona amazónica, donde está el potencial, explicó Chávez.
"La Confederación ha redirigido este programa porque la Unidad Técnica de Gestión Territorial que tiene la Cidob ha sido hace muchos años creada por los mismos pueblos, por mandato de los pueblos. Esta cooperación (FAN, de la Redd) es que se sume a la identificación de potencialidades. ¿Ahora, qué se va a hacer con esta primera parte?, a través de los recursos del Impuesto Directo a los Hidrocarburos se buscará reforzar los diversos programas identificados; como es el caso del tema de la castaña, almendra y siringa para planes de manejo para su mejor tratamiento", explicó.
Como consecuencia de este estudio, dijo el líder indígena, se ha propuesto la nueva Ley Forestal. "Creo que falta mucho aclarar este tema, algunos ministerios están mal informando al Presidente. Como el Estado boliviano no atiende con técnicos para hacer planes de manejo de territorios indígenas, entonces hay cooperaciones que están ayudando técnicamente a viabilizar los planes de manejo forestal, como primera parte", señaló. Añadió que la Cidob está "adelantándose a cualquier posición que pueda tomar el Gobierno boliviano, al momento de decidir la compensación de contaminación, los pueblos iniciaron la medición", agregó.

Mercado de Carbono
Es uno de los tres mecanismos propuestos en el Protocolo de Kyoto para la reducción de emisiones causantes del calentamiento global o efecto invernadero (GEI o gases de efecto invernadero). Se trata de un sistema que oferta incentivos económicos a las empresas privadas, con el fin de regular la emisión generada por sus procesos productivos, considerando el derecho a emitir CO2 como un bien canjeable y con un precio establecido en el mercado. La transacción de los bonos de carbono –un bono de carbono representa el derecho a emitir una tonelada de dióxido de carbono– permite mitigar la generación de gases invernadero, beneficiando a las empresas que no emiten o disminuyen la emisión y haciendo pagar a las que emiten más de lo permitido.

De Cambio, Bolivia (ww.cambio.bo)
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