(Por Priscila Fernández*) A pesar de los esfuerzos que los tamberos hagan, la mastitis en una realidad en los establecimientos lecheros. Si bien las buenas prácticas higiénicas mejoran la calidad del proceso, la infección por Staphylococcus aureus sea moneda corriente en los tambos. Para combatirla existen antibióticos pero su uso deja rastros tanto en la leche como en la carne del animal y en algunos casos las infecciones pueden no responder al tratamiento.
Lograr mantener animales saludables y evitar el uso de antibióticos es el objetivo que se planteó un grupo de investigadores de
“Llegar a una vacuna es algo muy complejo, sobre todo con un microorganismo como es elStaphylococcus aureus. La idea es empezar a trabajar en el tema para llegar al menos a reducir la infección de mastitis”, detalló Iván Marcipar, investigador de
En una primera instancia, los científicos evalúan el mejoramiento de una vacuna convencional gracias a la adición de ingredientes llamados adyuvantes que estimulan al sistema inmune y la vuelven más efectiva. Pero a largo plazo los objetivos son más ambiciosos ya que pretenden poder reemplazar la bacteria muerta que se utiliza para inocular a los animales por un formulado mucho más preciso y a medida, “diseñado en base a las moléculas más importantes para generar protección inmunológica contra esos organismos, combinándolos con adyuvantes de última generación para brindar una protección segura y efectiva”, detalló Marcipar.
En proceso
Las vacunas no son todas iguales. Algunas se hacen con microorganismos vivos, otras con microorganismos muertos; también se hacen con fracciones de moléculas extraídas de estos organismos o con su material genético. En el caso de la infección por Staphylococcus aureus, lo que se intenta es generar anticuerpos que defiendan a una persona o un animal.
La vacuna que evalúan los investigadores está compuesta por un extracto de bacterias aisladas en la región y un adyuvante de última generación desarrollado en Suecia. “Es un muy buen estimulante del sistema inmunológico y estamos trabajando en colaboración con el grupo sueco para lograr una formulación y un esquema de inmunización óptimo”, señaló.
Entonces, el grupo de Suecia brinda el adyuvante, mientras que los santafesinos trabajan en el desarrollo de la formulación mediante la selección de un extracto adecuado de microorganismos aislados en la región y evalúan su desempeño experimentalmente en vacas lecheras. “Primero se busca conocer cómo es la respuesta inmune y luego ver qué pasa frente a la infección”, explicó Marcipar.
Hasta el momento, los investigadores de
A medida
Según adelantó Marcipar, a largo plazo la idea es trabajar con las vacunas hechas a partir de moléculas seleccionadas y obtenidas mediante ingeniería genética que permite tener una formulación mucho más controlada. “Esto es posible cuando se estudia individualmente cómo funciona cada inmunógeno, por ello estamos evaluando diferentes moléculas que son candidatas a integrar la fórmula de una futura vacuna”, explicó.
En este proceso, el primer paso fue el relevamiento de cepas de Staphylococcus aureus que se encuentran en la región para conocer qué factores de virulencia son los más frecuentes en la cepas infectantes. “Ya estamos evaluando cuatro candidatos y si se pueden combinar entre sí y el objetivo final es formularlo en una vacuna con un adyuvante que potencie su acción. En la misma línea, estamos desarrollando nuestros propios adyuvantes para lograr en el futuro, independizarnos en todas las etapas de la formulación de la vacuna”, contó Marcipar.
*Periodista de Agencia CyTA – Instituto Leloir, fuente del informe, junto a al área de Comunicación Científica de
No hay comentarios:
Publicar un comentario