(Por Analía Beningni*) Una
muestra de la búsqueda de soluciones a los problemas de nuestro tiempo, de
científicos comprometidos con las nuevas generaciones y el medio ambiente lo
ilustra el proyecto “Diseño y optimización de centrales fotovoltaicas: aspectos
teóricos, económicos, sociales y ambientales”.
Bajo la dirección del doctor
Román Buitrago, el emprendimiento recibirá durante un año un subsidio de 200
mil pesos, en el marco de la convocatoria 2010 a los proyectos de
investigación científica y tecnológica orientados (PICTO-CIN II) realizada por la Agencia Nacional
de Promoción Científica y Tecnológica (ANPCyT) y el Consejo Interuniversitario
Nacional (CIN).
Este proyecto de investigación
reúne a investigadores de la Universidad Nacional del Litoral, de Rosario y la Universidad Tecnológica
Nacional, regionales Santa Fe y Rosario.
“El objetivo general es producir
un documento científico base destinado a organismos gubernamentales, en donde
los gobernantes y, al mismo tiempo, los profesionales técnicos interesados en
construir o diseñar una central fotovoltaica de una potencia considerable (100
megavatios) -suficiente para abastecer la ciudad de Santa Fe-, puedan hacerlo”,
sostuvo Buitrago.
“Por otro lado, nuestro propósito
es demostrar al gobierno la factibilidad técnica y económica de estas
centrales, simultáneamente hacer un estudio del impacto económico, social y
ambiental que generaría su uso”, añadió.
El diseño de la central
fotovoltaica se analizará con un software especialmente desarrollado usando
técnicas de inteligencia artificial, que permitirán calcular la performance de
una central para diversas configuraciones y estructuras de los módulos, número
de inversores, sistema de seguimiento del punto de baja potencia, efecto de
sombreado por nubes y direcciones preferenciales del viento.
Impacto
Según detalló Buitrago, el
objetivo es proponer una fuente alternativa de energía, limpia y renovable. Por
otro lado, si se estableciera una industria fotovoltaica tendría un efecto
multiplicativo sobre la creación de puestos de trabajo. “Similar a la industria
automotriz o la de la construcción”, enfatizó.
“Esta central trataría de
solucionar las crisis energética que existe en la ciudad; producir localmente
la energía eléctrica y dejar de depender de la importación de ningún fluido o
combustible para generar esa energía”, prosiguió.
“El mundo va a las fuentes
renovables debido a que –caso contrario- no va a poder controlar el efecto
invernadero, es decir, no va a poder morigerar el cambio climático; y en
segundo lugar, porque los combustibles fósiles no son renovables debido a que
ya se conoce que dentro de cincuenta años no va a ver más petróleo”, concluyó
Buitrago.
Compromiso social
El 12 de febrero de 1960, Bertrand
Russell publicó en Science una conferencia en donde sostenía que
“ningún científico puede continuar eludiendo su responsabilidad, por el uso que
la sociedad hace de sus descubrimientos”. Lo que implica que durante la Campaña para el Desarme
Nuclear, Russell se pronunció por la responsabilidad social que les compete a
los científicos: “ellos deben atender al uso que se hace de sus
investigaciones, influyendo sobre la opinión pública y proponiendo soluciones a
los problemas contemporáneos”.
Según Buitrago, en Argentina, se
investiga por generación espontánea: cada docente-investigador realiza su
trabajo en cualquier área de conocimiento y es evaluado por sus pares. Pero no
se toma en cuenta si sirve para el país o no sirve para el país, sino si se
trata de un proyecto original o hace aporte a la ciencia. “Me parece
interesante la convocatoria PICTO-CIN II debido a que se convoca por áreas
temáticas, enfatizando ciertos temas prioritarios para la región detectados por
las propias universidades nacionales”, concluyó Buitrago.
*En Comunicación científica
Universidad Nacional del Litoral. Difundido por Agencia CyTA-Instituto Leloir
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