Cientos de personas, en su mayoría españoles y saharauis, formarán este viernes una cadena humana ante el muro de separación construido por Marruecos, que divide en dos el territorio del Sahara Occidental, para pedir su demolición y denunciar la situación de los refugiados en los campos del suroeste de Argelia.
Se trata del tercer año consecutivo que se organiza esta protesta que, bajo el nombre de "Columna de los 1.000", pretende "denunciar la ocupación marroquí del Sahara Occidental" y el muro de más de 2.500 kilómetros de longitud que "separa, destruye y coarta la libertad" de los saharauis, según la Plataforma de Apoyo Político al Pueblo Saharaui (PAPPS), organizadora del acto.
"Si la presión internacional abandona sus deberes y obligaciones, plegándose a los intereses económicos, es porque la presión social en sus respectivos países disminuye y porque el drama del Sahara deja de ser un asunto incómodo en sus ciudadanos", afirma la PAPPS en su convocatoria de la protesta.
Los organizadores pretenden recordar a la opinión pública internacional que "el muro sigue ahí, existe y se mantiene por intereses puramente económicos".
"A pesar de lo logrado gracias a la huelga de hambre que mantuvo Aminatu Haidar, entre los meses de noviembre y diciembre de 2009, vemos necesario recordar las razones que empujan a una persona a ir en contra de sí misma por defender su dignidad", asegura la Plataforma.
Durante la protesta de 2009, el joven saharaui Brahim Husein Ladeid, de 16 años, resultó herido al pisar una mina antipersonal en las cercanías del muro por lo que sufrió la amputación de la pierna derecha a la altura de la rodilla.
Otro saharaui, Salem Mohamed Larusi, de 21 años, también sufrió heridas en un ojo a consecuencia de la metralla producida por la detonación.
El muro de arena, piedra y alambre de espino -uno de los más largos del mundo- está plagado de minas antipersonales y atraviesa el territorio de la antigua colonia española prácticamente de norte a sur.
Marruecos controla los dos tercios occidentales del territorio y la franja superior septentrional, mientras que el Frente Polisario domina el lado oriental, fronterizo con Argelia y Mauritania.
En 1991 se acordó un alto el fuego después de 16 años de guerra supervisado por la ONU, que apoyó un referéndum de autodeterminación y envío una misión al Sahara para su celebración, pero Marruecos ha rechazado hasta ahora la realización de la consulta alegando desacuerdos con la composición del censo de votantes.
El Polisario y Marruecos han mantenido desde 2007 cuatro sesiones negociadoras bajo los auspicios de Naciones Unidas cerca de Nueva York sin apenas resultados.
El enviado especial de la ONU para el Sahara Occidental, Christopher Ross, realizó el pasado marzo una nueva gira por la región para intentar fijar una fecha para una nueva ronda de conversaciones entre las partes.
De agencia EFE. Publicado en El telégrafo, Ecuador
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