
En diciembre de 2009, Los Lanzallamas publicó informes acerca de unos militantes filonazis de origen norteamericano, que con el músico norteamericano David Woodard, buscaban reflotar el proyecto de la primera ciudad aria del mundo: Nueva Germania, en Paraguay.
Las investigaciones en torno a ese proyecto abrieron el camino para conocer a otros militantes de la cultura nazi en Paraguay, mucho más “serios”, si cabe el término, en su proyecto antisemita, racista y violento.
De allí en más, comenzaron a surgir datos de los demás países del sur del continente americano, lo que motivó el inicio de estos informes. Y así, además, pudo confirmarse no sólo un crecimiento marcado del rebrote filonazi en los últimos cinco a diez años en casi todos los países, sino de la fuerte organización de algunas de estas agrupaciones.
Con discursos lisa y llanamente violentos, los neonazis de varios países latinoamericanos parecían haber relegado a un juego de niños el proyecto de Woodard.
Al respecto, es posible visitar nuestro informe en: http://textosincendiarios.blogspot.com/2009/12/para-los-nostalgicos-turismo-nazi-se.html.
Pero, en resumen, la propuesta difundida a través del sitio web JuniperHills.Net, impulsaba que nostálgicos del régimen criminal nazi pudieran realizar viajes turísticos a la pequeña ciudad de Nueva Germania.
Nueva Germania nació en la zona fronteriza entre Brasil y Paraguay, de la mano de los que se convertirían en ideólogos de la supremacía alemana, que sería a su vez el sustento filosófico de la política nazi, implementada por Adolfo Hitler: Elisabeth Nietzsche y su esposo, el ideólogo antisemita Bernhard Förster.
Ubicada en el Departamento de San Pedro, en el norte del país, Nueva Germania plantea ya desde su nombre cuáles fueron sus orígenes. Allí llegaron a fines del siglo XIX Elisabeth Nietzsche y su esposo Bernhard Förster, quienes años más tarde serían honrados por Adolfo Hitler como “héroes nacionales”, fundaron en el por entonces remoto rincón de la selva paraguaya, la primera “colonia aria” de Sudamérica.
Una vez terminada la Segunda Guerra Mundial, Nueva Germania fue también el lugar elegido por el médico nazi Josef Mengele para pasar dos décadas escondido. De eso dan testimonio, los descendientes de los originarios habitantes arios de la ciudad, los restos de la que fue su casa, y tangencialmente lo aborda la novela Los Niños de Brasil, llevada al cine en la película del mismo nombre.
En 1886, Förster y su esposa, lograron que numerosas familias alemanas se asentaran en medio de la selva paraguaya, y dieran forma, partiendo de la nada, al proyecto de Nueva Germania, una ciudad que pretendía estar al margen de la “contaminación judía” y otros “males” del mundo de entonces.
Pero el proyecto de una colonia para la “raza superior” naufragó en poco tiempo, como consecuencia del indomable clima tropical de Nueva Germania. Eso no impidió, y no impide aún en la actualidad, que la ciudad siga siendo la meca de los nazis de todos los tiempos.
Prueba de ello es no sólo que hasta hace poco se haya conservado la casa ocupada por Mengele, sino que allí recalaron muchos nazis perseguidos luego de la derrota alemana en la Segunda Guerra Mundial.
Neonazis más realistas
Lejos de la utopía, más cercana al realismo mágico de García Márquez que a la realidad, y que recrear una ciudad que nunca existió del todo en la selva, existe una agrupación mucho más violenta, de origen paraguayo, y que opera en el país: Paraguay Nacional Socialista.
Si bien en su trabajo “Diccionario Político de Paraguay”, Sandra Crocetti los considera “nulos en la vida política del país, en función de su 0,05 por ciento de votos alcanzado en los comicios de 1993, lo cierto es que la agrupación a crecido al margen de la legalidad.
En aquella oportunidad, luego del derrocamiento del dictador Alfredo Stroessner y la convocatoria a elecciones, el Partido Nacional Socialista Paraguayo logró inscribirse como una agrupación política legal, de la mano de la urgencia por reordenar el sistema político del país, tras 35 años de inactividad partidaria en la vida política del país.

Según Crocetti, que repasa la actividad “legal” de las agrupaciones políticas, la supervivencia del Partido Nacional Socialista Paraguayo fue breve.
Sin embargo, fuera de la legalidad, la agrupación siguió trabajando. Y la masificación de la web le dio un fuerte impulso.
Así, a través del portal argentino Ciudad de Libre Opinión, los integrantes de Paraguay NS consiguieron un lugar donde manifestarse.
Al sitio puede accederse desde Ciudad de Libre Opinión (http://www.libreopinion.com/members/ultravia/novedades.htm), o bien mediante el portal espejo: http://www.paraguayns.tk/.
Desde el comienzo, por estos días, la página no elige un camino elíptico para mostrar su filiación, ya que el primer título indica: “Felicidades!!! - Hace 73 años, el Héroe de Occidente asumía como canciller de Alemania. Heil Hitler!!”.
Los rasgos habituales de las agrupaciones neonazis, que muchas otras pares de Sudamérica buscan camuflar, o mostrar más atenuadas, entre los filonazis paraguayos están absolutamente estereotipadas.
La emprenden principalmente contra todo lo que relaciones con el judaísmo, sin hacer la distinción con la que muchas otras organizaciones buscan salvar el decoro al señalar que no son antisemitas, sino antisonistas.
Las minorías sexuales no escapan a la violenta andanada verbal de los integrantes de Paraguay NS, que además, califican como “marxista” al presidente Fernando Lugo, y hablan de la existencia de “zonas liberadas” en el norte de Paraguay, a las que consideran “esclavizadas por una avanzada marxista”.
Más allá de cualquier debate, admisible, asumen la defensa de Palestina, dicen, o de Irán, sin brindar tampoco argumentaciones que avalen esa toma de posición. Y como no podía ser de otra manera, se suben a la ola de negación del holocausto que está recorriendo el mundo en la actualidad.
Pero, como si todo lo anterior no fuera suficiente, también se ocupan de hacer revisionismo histórico con las biografías de algunos personas cuyo nombre es mundialmente conocido, como Walt Disney, y repasando en todos los casos, los perjuicios a que esos personajes les ocasionaros los judíos que trabajaban en su entorno.
De no tratarse de material de lectura que cala profundamente en muchos de quienes llegan a él, la reacción instintiva sería de la de tomarlo como una aporte a la comicidad.
Los nazis y las dictaduras locales
El escritor y articulista paraguayo Luís Agüero Wagner, hoy en el centro de la tormenta por sus cuestionamientos lapidarios al presidente Fernando Lugo, y a quien acusan de ser financiado por sectores allegados al ex presidente colorado Nicanor Duarte Frutos, se ha ocupado en varias ocasiones de repasar las relaciones entre los nazis y el poder paraguayo en las décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial.
Uno de sus trabajos plantea las relaciones entre el “as” de la aviación nazi Hans Rudel y el dictador Alfredo Stroessner.
Según el columnista paraguayo, “el piloto nazi visitó al dictador de Paraguay en la misma residencia presidencial de Asunción”. Y, siempre según Agüero Wagner, Stroessner le habría encomendado “delicadas intermediaciones para triangular armamentos que reportaron a ambos fabulosas ganancias”.
Aunque estuvo detenido tras la Segunda Guerra Mundial en Gran Bretaña, donde defendió el régimen derrocado en Alemania en cada interrogatorio, Rudel recuperó la libertad, y entre 1948 y 1956 Rudel estuvo en Argentina, donde se lo vincula con Josef Mengele, a quien habría ayudado a huir hacia Paraguay.
“Como asesor de la Fuerza Aérea Argentina, Rudel logró introducir en las altas esferas del poder a numerosos ex dirigentes nazis que se ocultaban en Sudamérica, y que a través de su fama se relacionaron con poderosos generales de Brasil, Argentina y Paraguay. Entre sus protegidos estuvo Otto Skorzeny”, dijo Agüero Wagner.
“Así como el carnicero de Lyon, Klaus Barbie logró montar una sociedad en Bolivia durante la dictadura de Luis García Meza, trabajando para el ministro Luis Arce Gómez (siempre acusado de vinculaciones con el tráfico de cocaína), el antiguo as de la aviación nazi concertó lucrativos negocios con Stroessner”, sigue el trabajo del paraguayo Agüero Wagner.
En otro de los pasajes de su trabajo, el columnista ubica a Barbie de visita en Paraguay “en el verano de 1974 a invitación de Rudel”. Y asegura que “mantuvo un encuentro con ex camaradas de las SS en el restaurant de un agente del servicio secreto alemán, el empresario gastronómico Gerardo Wagner. Importantes sumas se amasaron con un profuso tráfico de tanques, cañones de alto calibre, morteros, ojivas y explosivos como para pertrechar un ejército. Los principales contactos paraguayos eran el administrador de una zona franca en Brasil, Justo Eris Almada, y un influyente general vinculado al Operativo Cóndor, Alejandro Fretes Dávalos. Se trataba de armamentos para la Sudáfrica del apartheid, que tenía veda en materia de estos pertrechos por resolución de la ONU”.
“Se sabe que Stroessner llegó a adquirir en Alemania dos submarinos de ataque también para la República Sudafricana, con cuyos líderes del apartheid había trabado una muy provechosa relación política, militar y financiera. El caso de unos submarinos para un país mediterráneo sin costas sobre el mar llamó la atención de la justicia alemana, que abrió procesos posteriormente, pero nunca fue denunciada en la prensa paraguaya por razones obvias”, redondea el trabajo Agüero Wagner.
Como su amigo Alfredo Stroessner, que murió sin haber sido juzgado por los crímenes cometidos en su país y en el marco del Plan Cóndor, junto a otras dictaduras latinoamericanas, Rudel murió también haber sido alcanzado nunca por el brazo de la Justicia, llevando una plácida vida en Rosenheim, a la edad de 66 años, en el año 1982. “Murió sin renegar de sus ideales nazis ni de la causa de Hitler”, remarcó Agüero Wagner.
Fuentes:
Movimientos Neonazis en el cono Sur Americano y sus Ramificaciones, de Isaac Caró. Universidad Alberto Hurtado, Chile, 2005
Diccionario Político de Paraguay, de Sandra Crocetti, Paraguay, Imprenta Salesiana, 1995
Submarinos y vuelos nocturnos de la Lutwaffe en Paraguay, Luís Agüero Wagner.
Las investigaciones en torno a ese proyecto abrieron el camino para conocer a otros militantes de la cultura nazi en Paraguay, mucho más “serios”, si cabe el término, en su proyecto antisemita, racista y violento.
De allí en más, comenzaron a surgir datos de los demás países del sur del continente americano, lo que motivó el inicio de estos informes. Y así, además, pudo confirmarse no sólo un crecimiento marcado del rebrote filonazi en los últimos cinco a diez años en casi todos los países, sino de la fuerte organización de algunas de estas agrupaciones.
Con discursos lisa y llanamente violentos, los neonazis de varios países latinoamericanos parecían haber relegado a un juego de niños el proyecto de Woodard.
Al respecto, es posible visitar nuestro informe en: http://textosincendiarios.blogspot.com/2009/12/para-los-nostalgicos-turismo-nazi-se.html.
Pero, en resumen, la propuesta difundida a través del sitio web JuniperHills.Net, impulsaba que nostálgicos del régimen criminal nazi pudieran realizar viajes turísticos a la pequeña ciudad de Nueva Germania.
Nueva Germania nació en la zona fronteriza entre Brasil y Paraguay, de la mano de los que se convertirían en ideólogos de la supremacía alemana, que sería a su vez el sustento filosófico de la política nazi, implementada por Adolfo Hitler: Elisabeth Nietzsche y su esposo, el ideólogo antisemita Bernhard Förster.
Ubicada en el Departamento de San Pedro, en el norte del país, Nueva Germania plantea ya desde su nombre cuáles fueron sus orígenes. Allí llegaron a fines del siglo XIX Elisabeth Nietzsche y su esposo Bernhard Förster, quienes años más tarde serían honrados por Adolfo Hitler como “héroes nacionales”, fundaron en el por entonces remoto rincón de la selva paraguaya, la primera “colonia aria” de Sudamérica.
Una vez terminada la Segunda Guerra Mundial, Nueva Germania fue también el lugar elegido por el médico nazi Josef Mengele para pasar dos décadas escondido. De eso dan testimonio, los descendientes de los originarios habitantes arios de la ciudad, los restos de la que fue su casa, y tangencialmente lo aborda la novela Los Niños de Brasil, llevada al cine en la película del mismo nombre.
En 1886, Förster y su esposa, lograron que numerosas familias alemanas se asentaran en medio de la selva paraguaya, y dieran forma, partiendo de la nada, al proyecto de Nueva Germania, una ciudad que pretendía estar al margen de la “contaminación judía” y otros “males” del mundo de entonces.
Pero el proyecto de una colonia para la “raza superior” naufragó en poco tiempo, como consecuencia del indomable clima tropical de Nueva Germania. Eso no impidió, y no impide aún en la actualidad, que la ciudad siga siendo la meca de los nazis de todos los tiempos.
Prueba de ello es no sólo que hasta hace poco se haya conservado la casa ocupada por Mengele, sino que allí recalaron muchos nazis perseguidos luego de la derrota alemana en la Segunda Guerra Mundial.
Neonazis más realistas
Lejos de la utopía, más cercana al realismo mágico de García Márquez que a la realidad, y que recrear una ciudad que nunca existió del todo en la selva, existe una agrupación mucho más violenta, de origen paraguayo, y que opera en el país: Paraguay Nacional Socialista.
Si bien en su trabajo “Diccionario Político de Paraguay”, Sandra Crocetti los considera “nulos en la vida política del país, en función de su 0,05 por ciento de votos alcanzado en los comicios de 1993, lo cierto es que la agrupación a crecido al margen de la legalidad.
En aquella oportunidad, luego del derrocamiento del dictador Alfredo Stroessner y la convocatoria a elecciones, el Partido Nacional Socialista Paraguayo logró inscribirse como una agrupación política legal, de la mano de la urgencia por reordenar el sistema político del país, tras 35 años de inactividad partidaria en la vida política del país.

Según Crocetti, que repasa la actividad “legal” de las agrupaciones políticas, la supervivencia del Partido Nacional Socialista Paraguayo fue breve.
Sin embargo, fuera de la legalidad, la agrupación siguió trabajando. Y la masificación de la web le dio un fuerte impulso.
Así, a través del portal argentino Ciudad de Libre Opinión, los integrantes de Paraguay NS consiguieron un lugar donde manifestarse.
Al sitio puede accederse desde Ciudad de Libre Opinión (http://www.libreopinion.com/members/ultravia/novedades.htm), o bien mediante el portal espejo: http://www.paraguayns.tk/.
Desde el comienzo, por estos días, la página no elige un camino elíptico para mostrar su filiación, ya que el primer título indica: “Felicidades!!! - Hace 73 años, el Héroe de Occidente asumía como canciller de Alemania. Heil Hitler!!”.
Los rasgos habituales de las agrupaciones neonazis, que muchas otras pares de Sudamérica buscan camuflar, o mostrar más atenuadas, entre los filonazis paraguayos están absolutamente estereotipadas.
La emprenden principalmente contra todo lo que relaciones con el judaísmo, sin hacer la distinción con la que muchas otras organizaciones buscan salvar el decoro al señalar que no son antisemitas, sino antisonistas.
Las minorías sexuales no escapan a la violenta andanada verbal de los integrantes de Paraguay NS, que además, califican como “marxista” al presidente Fernando Lugo, y hablan de la existencia de “zonas liberadas” en el norte de Paraguay, a las que consideran “esclavizadas por una avanzada marxista”.
Más allá de cualquier debate, admisible, asumen la defensa de Palestina, dicen, o de Irán, sin brindar tampoco argumentaciones que avalen esa toma de posición. Y como no podía ser de otra manera, se suben a la ola de negación del holocausto que está recorriendo el mundo en la actualidad.
Pero, como si todo lo anterior no fuera suficiente, también se ocupan de hacer revisionismo histórico con las biografías de algunos personas cuyo nombre es mundialmente conocido, como Walt Disney, y repasando en todos los casos, los perjuicios a que esos personajes les ocasionaros los judíos que trabajaban en su entorno.
De no tratarse de material de lectura que cala profundamente en muchos de quienes llegan a él, la reacción instintiva sería de la de tomarlo como una aporte a la comicidad.
Los nazis y las dictaduras locales
El escritor y articulista paraguayo Luís Agüero Wagner, hoy en el centro de la tormenta por sus cuestionamientos lapidarios al presidente Fernando Lugo, y a quien acusan de ser financiado por sectores allegados al ex presidente colorado Nicanor Duarte Frutos, se ha ocupado en varias ocasiones de repasar las relaciones entre los nazis y el poder paraguayo en las décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial.
Uno de sus trabajos plantea las relaciones entre el “as” de la aviación nazi Hans Rudel y el dictador Alfredo Stroessner.
Según el columnista paraguayo, “el piloto nazi visitó al dictador de Paraguay en la misma residencia presidencial de Asunción”. Y, siempre según Agüero Wagner, Stroessner le habría encomendado “delicadas intermediaciones para triangular armamentos que reportaron a ambos fabulosas ganancias”.
Aunque estuvo detenido tras la Segunda Guerra Mundial en Gran Bretaña, donde defendió el régimen derrocado en Alemania en cada interrogatorio, Rudel recuperó la libertad, y entre 1948 y 1956 Rudel estuvo en Argentina, donde se lo vincula con Josef Mengele, a quien habría ayudado a huir hacia Paraguay.
“Como asesor de la Fuerza Aérea Argentina, Rudel logró introducir en las altas esferas del poder a numerosos ex dirigentes nazis que se ocultaban en Sudamérica, y que a través de su fama se relacionaron con poderosos generales de Brasil, Argentina y Paraguay. Entre sus protegidos estuvo Otto Skorzeny”, dijo Agüero Wagner.
“Así como el carnicero de Lyon, Klaus Barbie logró montar una sociedad en Bolivia durante la dictadura de Luis García Meza, trabajando para el ministro Luis Arce Gómez (siempre acusado de vinculaciones con el tráfico de cocaína), el antiguo as de la aviación nazi concertó lucrativos negocios con Stroessner”, sigue el trabajo del paraguayo Agüero Wagner.
En otro de los pasajes de su trabajo, el columnista ubica a Barbie de visita en Paraguay “en el verano de 1974 a invitación de Rudel”. Y asegura que “mantuvo un encuentro con ex camaradas de las SS en el restaurant de un agente del servicio secreto alemán, el empresario gastronómico Gerardo Wagner. Importantes sumas se amasaron con un profuso tráfico de tanques, cañones de alto calibre, morteros, ojivas y explosivos como para pertrechar un ejército. Los principales contactos paraguayos eran el administrador de una zona franca en Brasil, Justo Eris Almada, y un influyente general vinculado al Operativo Cóndor, Alejandro Fretes Dávalos. Se trataba de armamentos para la Sudáfrica del apartheid, que tenía veda en materia de estos pertrechos por resolución de la ONU”.
“Se sabe que Stroessner llegó a adquirir en Alemania dos submarinos de ataque también para la República Sudafricana, con cuyos líderes del apartheid había trabado una muy provechosa relación política, militar y financiera. El caso de unos submarinos para un país mediterráneo sin costas sobre el mar llamó la atención de la justicia alemana, que abrió procesos posteriormente, pero nunca fue denunciada en la prensa paraguaya por razones obvias”, redondea el trabajo Agüero Wagner.
Como su amigo Alfredo Stroessner, que murió sin haber sido juzgado por los crímenes cometidos en su país y en el marco del Plan Cóndor, junto a otras dictaduras latinoamericanas, Rudel murió también haber sido alcanzado nunca por el brazo de la Justicia, llevando una plácida vida en Rosenheim, a la edad de 66 años, en el año 1982. “Murió sin renegar de sus ideales nazis ni de la causa de Hitler”, remarcó Agüero Wagner.
Fuentes:
Movimientos Neonazis en el cono Sur Americano y sus Ramificaciones, de Isaac Caró. Universidad Alberto Hurtado, Chile, 2005
Diccionario Político de Paraguay, de Sandra Crocetti, Paraguay, Imprenta Salesiana, 1995
Submarinos y vuelos nocturnos de la Lutwaffe en Paraguay, Luís Agüero Wagner.
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