(Por Maximiliano Borches*) El pasado 7 de septiembre, el periodista israelí-estadounidense Jeffrey Goldberg, miembro del Staff de la revista "The Atlantic", entrevistó al Comandante Fidel Castro, líder de la Revolución cubana, en un centro de convenciones en La Habana, ciudad a la que el periodista fue invitado por el propio Fidel, tras leer un artículo suyo sobre una hipotética confrontación entre Israel e Irán. En dicha entrevista, el líder cubano, le pidió al presidente iraní que "deje de difamar a los judíos".
Si bien, al Comandante Fidel Castro, nadie puede endilgarle el mote de "antisemita" (salvo aquellos sectores que tienden a pensar, de manera veloz, que las posiciones "antisionistas" podrían estar emparentadas con alguna acción "antisemita" o se presente como el "nuevo rostro" del "antisemitismo" -¿Acaso un judío ultraortodoxo, que abiertamente se declara antisionista, es antisemita?, ¿o personas de origen judío, librepensadores o materialistas dialécticos, son también antisemitas?), dejó muy en claro cual es su posición con respecto a los judíos, su historia y su drama; como así también -y ante todo- dejó marcado a fuego su profunda diferencia con el presidente de la República Islámica de Irán, Mahmoud Ahmadineyad, a quien criticó duramente por su sistemática negación del Holocausto.
"El gobierno iraní debería comprender las consecuencias del antisemitismo teológico", afirmó el líder cubano, de acuerdo con el artículo.
"No creo que nadie haya sido más difamado que los judíos. Diría que mucho más que los musulmanes", agregó el ex presidente cubano en otra parte de la entrevista, para quien el gobierno iraní debería comprender que los judíos "fueron expulsados de su tierra, perseguidos y maltratados por todo el mundo como los que mataron a Dios".
"Los judíos han vivido una existencia mucho más dura que la nuestra. No hay nada que se compare al Holocausto".
En otro momento de la entrevista, el ex presidente cubano apuntó al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, diciendo que: "Israel tendrá más seguridad si renuncia a su plan nuclear".
Desde que demostrara una increíble mejoría en su estado de salud, el líder cubano no ha cesado de publicar sus "Reflexiones", en el site: www.cubadebate.cu, advirtiendo sobre las terribles consecuencias de una hipotética guerra nuclear, situación que, según su punto de vista, todavía se está a tiempo de evitar, pero no por muchos años más.
En este sentido, el ex presidente cubano afirma que: "Los hombres creen que se pueden controlar, pero (el presidente estadounidense, Barack) Obama podría reaccionar de forma exagerada y una escalada gradual podría convertirse en una guerra nuclear".
La visión de un estadista
En honor a la verdad, e independientemente de simpatías o antipatías ideológicas, no se puede negar que Fidel Castro es el último estadista vivo, de los pocos -pero contundentes- que brindó el pasado Siglo XX. Es una mente lúcida al servicio de la condición humana, que atraviesa, con la agudeza de su pensamiento, los cantos de sirenas de torpes intelectuales y líderes políticos, que intentaron convencer al planeta de que las "ideologías habían muerto, tras la caída del Muro de Berlín".
Consciente de la finitud de la vida, este viejo luchador, que tantas veces supo escaparse de la muerte, a la que sólo enfrentó con la urgencia demostrada por aquellos que verdaderamente quieren vivir, hace pocos años fue el único pensador que advirtió sobre los riesgos de dedicar millones de hectáreas de producción alimenticia para crear biodisel, ya que esto -directamente- afecta al consumo humano de alimento. Por esta razón, y por tantas otras, habría que prestarle atención a sus reiteradas denuncias de un hipotético conflicto nuclear, que sin lugar a dudas, acabaría, o pondría en serio riesgo de extinción, la presencia humana en este planeta.
*Borches, desde Buenos Aires, en la Revista Horizonte, Argentina (www.revistahorizonte.org)

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