Muy poco después, con la formación de estructuras legales en representación
Y de hecho, la historia no ha legado en sus anales testimonios concretos de integrantes de aquel Buenos Aires virreinal que hayan sido ajusticiados por explotar sexualmente a mujeres.
“En el año 1797 una población de reclusas inglesas viajaba a una colonia penitenciaria de Australia, pero recaló en el Río de
Pasados los confusos años de la construcción de una nación, en las décadas siguientes a
Avances en materia de legislación como la avanzada ley de abolición de la esclavitud y de la libertad de vientres, que se dieron entre
En un país de definición federal, pero de práctica centralista, que la mayor parte de los datos refieran a los sucesos ocurridos en las grandes urbes como Rosario, Buenos Aires o Córdoba, y la injerencia en ellas de las redes internacionales, invisibiliza situaciones que se dieron a lo largo y a lo ancho de la geografía argentina.
Independientemente de todas aquellas situaciones de trata de personas, de comercio y explotación sexual que no eran tenidas por tales en siglo XIX y comienzos del siglo XX, pero que proliferaban en ciudades del interior del país, fueron los desarrollos industriales los que también se convirtieron en núcleos de trata de personas.
La explotación forestal en las provincias de Santa Fe y Chaco, la explotación azucarera en Tucumán, la industria yerbatera en las provincias de Corrientes y Misiones, o más recientemente, la industria petrolera, en el sur del país, llevaron implícita la presencia de la trata de personas. En todos los casos, con fines de explotación laboral, pero también con el aditamento de la explotación sexual de las mujeres que, al no poder (o no querer) vender su fuerza de trabajo a la par de los hombres, se ponían a la venta ellas mismas como mercancía sexual.
En 1875 se reglamentó la actividad de los prostíbulos en Buenos Aires. La ley local prohibía la actividad a las mujeres menores de 18 años, pero con una excepción sorprendente y escalofriante. La hipocresía de la sociedad de entonces autorizaba legalmente el ejercicio de la prostitución a niñas menores de edad si habían sido iniciadas tempranamente. Paradójicamente no era autorizada a casarse una joven hasta cumplir los 22 años si no obtenía el consentimiento del padre. Si éste se hubiera muerto o estaba impedido el juez autorizaba el matrimonio de la menor, pero frecuentemente la denegaba.
Entre 1875 y mediados del siglo XX, la prostitución era considerada un “mal necesario” y la reglamentación estatal era la política dominante: se ejercía bajo el control de los municipios y de la policía.
Tras la batalla de Pavón, por los años de 1870, el gaucho es perseguido y condenado por cualquier cosa. El “Martín Fierro” denuncia las desgracias que le sobrevienen al gaucho cuando resiste la leva de tropas para los fortines. Ya sea reclutado compulsivamente para integrar la tropa que deberá ejecutar la política de exterminio de los pueblos originarios, ya sea que el gaucho se fugara antes de la leva, siempre dejará a su familia en el desamparo. A menudo la mujer deberá “… malvender al final su conducta y su honra para regodeo de algún juez de paz, de algún milico con grado, de algún señor terrateniente o de algún codicioso cuya fortuna - bien o mal habida- asegura absoluta impunidad para el fomento de sus inclinaciones eróticas”.
Otras mujeres irán a las ciudades para servir en “todo” a su patrón y, otras, engrosarán los burdeles orilleros: serán la mercancía más barata y menos solicitada por los solitarios inmigrantes, una vez llegadas las europeas, blancas y elegidas por su belleza, para el mayor rinde del negocio.
Algunas publicaciones, como “El Puente de los Suspiros”, que fue rápidamente clausurada, intentaron denunciar el naciente comercio de mujeres.
Para finales del siglo XIX la prostitución francesa intensificaba su oferta por la consolidación de las clases altas. Los tratantes judíos se ubicaban en segunda línea muy por delante de los italianos que seguían el modelo siciliano, relegando al último lugar a los proxenetas criollos.
Los traficantes franceses venían ya alimentando las redes de prostitución de los países vecinos (Bélgica, Holanda); luego se expandieron a Rusia y Egipto hasta que descubrirán el “mercado” americano.
A diferencia de
El funcionamiento del “negocio” se llevaba con principios y reglas que estructuraban una suerte de “moral” interna a
La organización asumía la prostitución como una actividad productiva más, Tomaban en cuenta las inversiones: traer de remonta a la mujer o comprarla en el mercado local, el alquiler de la casa, el mantenimiento de la dueña de casa, el servicio doméstico, las multas, los regalos y por supuesto, las coimas a la policía.
Los caftén de
La primera red de traficantes locales surgió en 1889 y estaba integrada por delincuentes de origen judío.
Las mujeres “importadas” a fines del siglo XIX y principios del XX provenían de Europa central y Rusia. A causa de la pobreza y la persecución religiosa que sufrían, sus padres las vendían a rufianes que fraguaban un matrimonio religioso entre la mujer explotada y explotador. Éste la ponía a trabajar en su beneficio o la vendía a otro proxeneta. Las mujeres, al casarse con un extranjero, perdían su ciudadanía de origen y, entonces, ya no podían reclamar a las autoridades consulares de su país.
Por entonces, las víctimas eran las mujeres europeas que, presas del hambre y el horror de la guerra, eran blanco fácil para los traficantes.
En el país, además de la organización judía, operaban desde mediados a fines de la década de ’80, en el siglo XIX, operaban otros grupos.
La desarticulación de la organización más poderosa de trata y explotación sexual transformó la situación, aunque no puede decirse que la esclavitud sexual desapareciera.
En enero de 1935, en la ciudad de Buenos Aires, por decreto municipal se cerraron los prostíbulos. Proliferaron entonces en los lugares de la provincia linderos a la ciudad de Buenos Aires.
Al poco tiempo
La prostitución se ejercía de modo disimulado en cabarets, cafés, restaurantes y las mujeres solían tener arreglos con hoteles céntricos. La ausencia de controles sanitarios, la mala alimentación y la crisis social produjo un fuerte aumento de los casos de sífilis, enfermedad de transmisión sexual grave y terminal hasta la aparición de la penicilina en 1945.
En 1944 se volvieron a permitir los prostíbulos en zonas cercanas a cuarteles militares, pero luego se expandieron por todas partes recrudeciendo otra vez el rufianismo. La nueva disposición fue luego ratificada por ley 12.912 de 1946.
En 1954 se reabren prostíbulos, medida que durará hasta el golpe militar que usurpará el gobierno constitucional el 6 de septiembre de 1955. La sombra constante del rufianismo no desaparecerá.
Además de la prostitución ocasional que ejercen ciertas mujeres para mejorar sus ingresos, sean o no de condición humilde, desde el 24 de junio de 1965 rige la ley 16.666 por la que el ejercicio de la prostitución es libre y no sujeta a forma alguna de reglamentación. Está en vigencia actualmente.
El presente
Durante lo que va del siglo XXI, la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual se ha incrementado en una elevada proporción.
En 2007, un año antes de la sanción de una ley nacional que tipificara el delito de la trata de personas en
La periodista Sandra Chaher, directora del portal Artemisa Noticias y especialista en periodismo de género, señalaba en 2006, y en referencia a la dimensión de la problemática de las redes de trata en
En 2007, los informes de
En la actualidad, las organizaciones civiles dedicadas a luchas contra las redes de tráfico de personas y delitos sexuales, barajan cifras que van desde las
Fuentes:
Monografía “Trata de mujeres en Argentina”, Alba S. Alvarenga Casco (Psicóloga – Univ. Nacional de Asunción, Paraguay)
Entrevista a Osvaldo Tondino, presidente de
Ministerio de Justicia de
“La polaca”, Myrtha Schalom, Grupo Editorial Norma. Julio 2003
Historia de la prostitucion en Argentina -
“Argentina, derechos humanos y sexualidad”, Mónica Petracci y Mario Pecheny, Editorial Cedes. 2007
Entrevista periodística a Sandra Chaher, directora del portal Artemisa Noticias
“El Negocio de
Artemisa Noticias – Portal web (www.artemisanoticias.com.ar)
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