El servicio secreto interior israelí (Shin Bet) prohibió a sus empleados unirse a las protestas sociales que desde hace más de dos semanas reclaman al gobierno frenar el alza del costo de la vida.
Las manifestaciones, con escenario en más de 40 campamentos de por lo menos dos decenas de ciudades, exigen asimismo el retorno del estado a los principios sociales que primaban en la época de su fundación en 1948.
La advertencia de no participar en las protestas sociales por pertenecer a un organismo estatal respondió a reiteradas preguntas de los agentes de esa policía política.
Israel posee un servicio de contrainteligencia doméstica, además de una extendida red de informantes que actúa en todos los estamentos de la sociedad.
"Como miembros de una organización estatal, el personal del Shin Bet siempre ha recibido instrucciones de evitar las protestas que se dirijan contra la política gubernamental", expresa la orden transmitida por correo electrónico.
Los reclamos, ahora extendidos a otras áreas sociales, al principio se dirigían contra el precio de los alquileres y de rechazo al voto en el parlamento de una ley de viviendas presentada por el gobierno.
El movimiento social teme que la legislación privilegie las construcciones de lujo sobre las edificaciones de bajo precio.
La expulsión semanas atrás de una estudiante, donde vivía alquilada, fue el detonante para el reclamo de los indignados.
Hoy saldrán a la calle padres de niños para reclamar períodos más largos de licencia postnatal, educación gratuita, supresión de impuestos por gastos en guarderías y control de precios en artículos básicos para bebés.
Con la llegada al gobierno de la ultraderechista coalición Likud, apoyada por partidos religiosos ortodoxos, han entrado en vigor medidas neoliberales que complican de manera sustancial la vida de los sectores más desposeídos de la sociedad.
Los activistas convocaron para este sábado una manifestación contra la aprobación de una ley dirigida a agilizar la concesión de licencias de construcción.
Esa legislación también recibió críticas de la Autoridad Nacional Palestina, porque esas edificaciones se levantarán en zonas ocupadas mediante invasiones de Israel, en contravención de acuerdos vigentes entre ambas partes.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, acusó a los indignados de tener una actitud "populista", aunque reconoce la justeza de sus demandas.
Indignación popular por controversial ley de vivienda
Los representantes del movimiento de protesta social en Israel, que comenzó a mediados de julio, advirtieron con endurecer su lucha para expresar su ira por la aprobación -en el Parlamento- de una ley sobre vivienda presentada por su Gobierno.
La nueva ley reduce los obstáculos burocráticos para la aprobación de nuevos proyectos de viviendas, algo fomentado desde hace tiempo por el primer ministro, Benjamín Netanyahu.
No obstante, los líderes de las protestas temen que se favorezca la construcción de viviendas de lujo que la clases media y baja no pueden costear; en lugar de eso, exigen que se refuercen las inspecciones y que se construyan viviendas más pequeñas pero más baratas.
Los opositores a la nueva ley bloquearon ayer 10 cruces de carreteras centrales en protesta por las medidas; cientos de personas se manifestaron en las calles de Tel Aviv y otras ciudades del país y está convocada una gran marcha para el sábado por la noche.
Fuentes agencias AFP, Prensa Latina y DPA. Diario Hoy, Ecuador (www.hoy.com.ec)
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