Buscar en este blog

Seguí cada vez mejor informado

Seguí cada vez mejor informado

lunes, 15 de agosto de 2011

¿Qué indigna a los “indignados” israelíes?



Una nota del periodista Shlomo Slutzky, corresponsal del diario argentino Clarín, en Israel, echa luz sobre el conflicto que se vive en ese país, donde durante los últimos cuatro fines de semana, y en forma creciente, se expande el fenómeno de los “indignados”, y las manifestaciones en contra del modelo que imprime al país la administración de Biniamin Netanyahu.

“Una queja nacional que expresa la crisis del estado de bienestar”, se tituló el artículo, aparecido en la edición del domingo 14 de agosto en Clarín (www.clarin.com.ar), y cuyo texto es el siguiente:

“Cuando semanas atrás la joven Dafi Leef, de 25 años, se quedó sin techo y decidió protestar, no sabía que estaba representando a millones de israelíes de clase media.

”Sin desmayo, convocó por Facebook a 150 amigos a apoyarla en su derecho a tener una vivienda a un precio accesible. Su llamado fue atendido y su carpa personal, levantada en el centro de Tel Aviv, pronto fue el receptáculo improvisado de miles de reclamos similares de todo el país. Luego llegaron multitudinarias marchas inéditas en las ciudades más importantes, nunca vistas en los 63 años de existencia del Estado judío, que tuvo justamente como su razón de ser las banderas de la justicia social, la igualdad y el deseo de libertad. Hoy la protesta de esta joven es el símbolo del movimiento de “indignados” israelíes que, por su resonancia nacional, ha logrado lo que no pudieron los palestinos: poner contra las cuerdas al primer ministro conservador, Benjamin Netanyahu.

”Pero la queja no debe confundirse con un mero reclamo social. Expresa, antes bien, la profundidad de la crisis histórica por la que atraviesa el estado de bienestar israelí que, desde la creación del país en 1948, encarna aquellos ideales hoy amenazados. Las causas del declive son varias, aunque todas remiten a un proceso planetario de concentración de la riqueza que también asoma aquí. No es azaroso que estallidos de protesta en torno al movimiento de indignados estén ahora surgiendo como hongos en una lista cada vez mayor de países azotados por la crisis financiera y el ajuste fiscal. Aunque la economía de Israel es fuerte, el 30% de la riqueza nacional está en manos de diez familias, según datos del Banco Central, tras un proceso iniciado en los ‘80 y continuado en los ‘90 de privatizaciones en sectores esenciales. Aquellos grupos controlan bancos, cadenas de supermercados, medios, telefónicas y aseguradoras, entre otros sectores. De acuerdo con los expertos, su enorme peso distorsiona la economía nacional, que siempre estuvo orientada al equilibrio social, a la eficiencia y a la inversión pública. Ahogando la competencia a través de empresas interconectadas que dominan el mercado, influyentes estudios de abogados y contadores ayudan a estos conglomerados a evadir o a tributar menos, con lo que se resiente el Tesoro nacional encargado de sostener el bienestar.

”La punta del iceberg de la crisis del estado benefactor la dio la vivienda. Una familia promedio gana por mes 11.300 shekel (unos US$ 3250, a razón de 3,5 shekel por dolar). Pero nunca podrá comprar un departamento o ahorrar para ello pues el promedio del gasto es de 12.000 shekel al mes. En los últimos seis años, el alquiler subió un 250% en Tel Aviv, mientras los salarios apenas un 20%.

”Lo mismo ocurre con la educación primaria, cuando muchas mujeres perciben 4.500 shekel al mes y pagan 3000 a los jardines de infantes o guarderías; o con la necesidad afrontada por muchos padres de pagar una educación privada para sus hijos ante una reducción de la inversión en la educación pública. La privatización ha resentido además la eficiencia en el sector de la salud, con un alza de los costos y una merma en la calidad del sistema que actúa sobre el principio de maximización de ganancias y no con criterio de servicio público.

”Pero hay otras razones para la erosión del bienestar israelí. “En primer lugar, la construcción gubernamental y pública existe hoy casi sólo en los asentamientos en la Cisjordania y en Jerusalén Oriental”, dijo el analista político Amnón Abramovich. El Estado gasta el 15% de su presupuesto en vivienda en construirles los asentamientos a los colonos judíos, pero éstos representan apenas el 4% de la población. Otro factor que distrae recursos son los subsidios a sectores religiosos ultraortodoxos . El Estado debe mantener a un número creciente de jóvenes que no sirven a las fuerzas armadas, no trabajan y no pagan impuestos, pero sí gozan de beneficios sociales. Finalmente, el Estado debe afrontar un gran gasto en Defensa , que supera el 20% del presupuesto fiscal anual, y que convierte a la tasa impositiva israelí en una de las más altas del mundo.

”El gobierno ha creado un comité para analizar las demandas de los indignados, que deberá expedirse próximamente. Se espera que incluya cambios tributarios y leyes regulatorias antitrust. El argentino Manuel Trajtenberg es el titular de esa comisión.”


¿Qué indigna a los “indignados” israelíes?SocialTwist Tell-a-Friend

No hay comentarios:

Publicar un comentario