El rebrote neonazi en Sudamérica (IX): Argentina

En Argentina, la puerta de ingreso indiscutida a la hora de hablar de militancia pro-nazista, es el portal Libre Opinión, que se promociona como una “ciudad” en la web. Ciudad, claro está, con la carta de ciudadanía restringida a las agrupaciones que tenga una postura político-ideológica afín.
Es por eso que muchas de las agrupaciones que hemos visto a lo largo de los informes precedentes tienen, o tuvieron, su plataforma en Ciudad de Libre Opinión.
De este episodio daba cuenta el trabajo llevado adelante entre 2004 y 2005 por el investigador chileno Isaac Caró, titulado “Movimientos Neonazis en el cono sur Americano y sus ramificaciones”.
Claro que la masificación de los servicios de Internet en América Latina, y la cada vez mayor cantidad de opciones de plataformas de bajo costo, y con mínimos requisitos (por ejemplo, los weblogs) han llevado a que muchas de esas agrupaciones cuenten hoy, cinco años más tarde, con sus propios sitios.
Claro que la propuesta que ventila ciudad de Libre Opinión no es nueva, y no llegó de la mano de la web, donde, en todo caso, sí encontró un canal para dar mayor difusión a su mensaje.
El artífice del portal argentino, como de varios otros medios de comunicación (radiales y gráficos, básicamente), es Alejandro Biondini, un activo militante neonazi que niega los cargos en su contra, aún cuando la Corte Suprema de Justicia de la Nación Argentina se los haya endilgado.

Biondini, detrás el logo del Partido Nuevo Triunfo.

Y es la Corte le negó el 17 de marzo de 2009 la personería jurídica a la agrupación política que Biondini quería legalizar, el Partido Nuevo Triunfo (PNT), creado en 1990.
"No se puede legitimar como partido político a quienes incurren en apología del odio e, indirectamente, incitan a la violencia", planteó el fallo de la Corte.
El PNT había nacido en marzo de 1990, y desde entonces se ocupó de difundir un mensaje de alto contenido nazista y antisemita. Aunque su fundador lo niegue, señalando que lo que profesar sus seguidores es el “nacionalismo” y el “antisionismo”.
Tras la cuestión semántica, Biondini (que en diciembre de 2007) inauguró el Centro de Difusión Casa Patria,, desde el que inició una campaña en pos de "la unidad del nacionalismo argentino", deja que se cuelen mensajes claramente antidemocráticos, intolerantes, y racistas.
Como ejemplo, vaya el título del editorial del 11 de mayo en el programa radial que Biondini conduce en su radio, Alerta Nacional. “El rabino Bergman, la Policía Metropolitana y el huevo de la serpiente sionista”.
Desde 2009, además, Alerta Nacional, un proyecto de “periodismo” gráfifo que Biondini fundó el 4 de junio de 1983 hasta 1989, pasó a convertirse en una emisora, que trasmite a través de la web.

El logo de la agrupación "Argentina Despierta", también nacida de la mano de Biondini.

“Alerta Nacional”, que se emite todos los martes a la noche por Radio Cadena Eco desde la Ciudad de Buenos Aires, es promocionado por Biondini y sus seguidores con el pomposo slogan: ¡No dejes de escuchar “Alerta Nacional”, la voz para el Despertar Argentino!
Aunque sin reconocimiento legal, el Partido Nuevo triunfo sigue existiendo, y cuenta en Argentina con una autodefinida “Columna Juvenil del Partido Nuevo Triunfo”, la Juventud Nacionalista Social Argentina.

El fantasma del despojo
Para montar su doctrina xenófoba sobre un carril en el que resulte menos chocante para las mayorías, los grupos neonazis siempre encuentran en las amenazas exteriores un riesgo vital para el nacionalismo que dicen defender.
Así, aseguran atacar por igual al capitalismo como al comunismo. Pero en Argentina, además, han sumado a esa línea su desembozado antisemitismo. Y para hacerlo conjugaron el temor al despojo territorial y de los recursos naturales.
Así, durante la primera parte de la década del ’70 comenzó a hablarse de un presunto proyecto mediante el cual “los judíos”, dicen, “pretenden apoderarse de la Patagonia argentina y chilena”.
Sin andar con vueltas, quienes adhieren a esa teoría conspirativa, atribuyen el proyecto al padre del sionismo, Theodor Herzl. Y aseguran que el húngaro muerto en 1904 consideraba que los judíos del mundo debían formar una patria propia o bien donde actualmente se encuentra el Estado de Israel), o bien Argentina.
Sin embargo, el Plan Andinia es la teoría de una supuesta conspiración judía, de corte antisemita y divulgada por el ultraderechista profesor de la Universidad de Buenos Aires, Walter Beveraggi Allende.
El sustento del Plan Andinia no es mayor que el de “Los protocolos de los sabios de Sión”, es decir, ninguno.
Los “Protocolos” fueron textos cuya falsificación fue probada abundantemente, pero que sirvieron a comienzos del siglo XX, en la Rusia zarista, para el linchamiento y asesinato de judíos, brindando una excusa con la cual maquillar el antisemitismo enraizado en esa sociedad.
Hasta el día de hoy, aún cuando se sabe que fueron encargados y financiados por la policía secreta rusa a principios del siglo XX, siguen haciéndose traducciones de ellos, y siguen siendo usados como argumentación antisemita.
En 2005, la Organización Islámica Argentina (OIA), cuyo centro está en la mezquita de Flores, incorporó a su página de Internet una versión aggiornada del Plan Andinia, un invento de sectores antisemitas de la década del 70 que sostenía que fuerzas judías se preparaban para apropiarse de la Patagonia.

Problemas más graves
En su libro “David’s Sling” (La honda de David, 1970), el actual presidente de Israel, Shimon Pérez, marcaba lo que a juicio era un interrogante para nada fácil de explicar: el rechazo creciente de los partidos de izquierda tradicional al Estado de Israel.
Y es que el proyecto de nación de Israel se había sustentado sobre una base que si debía ser encasillada políticamente, estaba más cercana al socialismo que a otro programa. Sin embargo, los partidos europeos de izquierda, condenaban la existencia israelí.
Lejos de modificarse, esa tendencia se agudizó, y no sólo en Europa. En América Latina, y en particular en Argentina, la postura de las agrupaciones que se reivindican como de izquierda se ha radicalizado con respecto al Estado israelí.
Esto, a punto tal, que muchas veces, los discursos en contra de un país que se encuentra al otro lado del planeta tienen preponderancia por sobre el reclamo de soluciones a problemas más urgentes y cotidianos de los integrantes de sus filas a quienes dicen representar.
El caso reciente más paradigmático ha sido el que se registró en 2009, cuando una decena de personas fue detenida y procesada, luego de un ataque violento a un grupo de compatriotas argentinos que participaban de un acto conmemorativo del aniversario de la creación del Estado de Israel.

Una de las movidas reclamando el "cese de la persecución a Roberto Martino"

Los miembros de la agrupación piquetera, además largamente cuestionada por muchos de sus propios integrantes dadas las formas de administración interna a las que recurre, organizaron una provocación en un momento y en un lugar que nada tenían que ver sus propios reclamos o sus propias reivindicaciones, sólo para anteponer su antisemitismo manifiesto, aunque vestido, claro, con el traje de antisionismo.
Un año más tarde de aquel episodio, y tras la detención del líder la agrupación, Roberto Martino, se puso en marcha una campaña (con cadenas de correo electrónico incluida) que asegura que “le martes 4 de mayo fue injustamente detenido Roberto Martino, por ser el referente de una organización que expresó su opinión respecto a la política de un Estado, más precisamente la del Estado de Israel”.
Lo singular no es el grado de importancia que el propio Martino o sus seguidores, puedan arrogarse, considerando que sus opiniones pueden siquiera preocupar a un Estado extranjero, sea el de Israel o cualquier otro. Sino el hecho de que los comunicados llevan la firma de más de una veintena de agrupaciones, algunas políticas, otras sociales, otras sindicales. Y todas ellas avalan el argumento esgrimido, potenciando, así un clima que retroalimenta el antisemitismo, y lleva a que extremos que se dicen en las antípodas de la ideología como las agrupaciones de izquierda, o las de filiación neonazi, compartan un mismo sentimiento racista e intolerante.
Hasta aquí, las nueve entregas de este sencillo informe sobre le rebrote neonazi en Sudamérica, cuyo propósito es alertar sobre la gestación de un fenómeno que nos pone en riesgo a todos, y contra el que todos debemos luchar.


Fuentes:
Página/12, Argentina
Ciudad de Libre Opinión, Argentina
Juventud Nacionalista Social Argentina
Wikipedia
Alerta Nacional
David's Sling, de Shimon Péres
Boletines del grupo Basta de Persecución a Martino (bastadepersecucionamartino@gmail.com)