Desde su constitución, el 16 abril de 2007, la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) ha dado muestras claras de la voluntad de sus 12 miembros para superar en conjunto los más complejos conflictos de carácter político que se sucedieron en la región, desde los intentos separatistas en Bolivia hasta la crisis diplomática entre Colombia y Venezuela, en cuya mediación tuvo un papel destacado el ex presidente Néstor Kirchner.
Con la misma fórmula, los gobiernos del bloque asumieron ahora el desafío de enfrentar los peligros de una nueva recesión mundial, acelerada por las turbulencias financieras en Europa y Estados Unidos.
Se trata de construir un blindaje común que resguarde a las economías de la región para mantener el crecimiento sostenido de los últimos años y consolidarse como una de las zonas más dinámicas del planeta.
"Los países de la Unasur podemos mostrar certezas hacia adelante, trabajar juntos, mantener la solvencia fiscal, mantener la acumulación de reservas en los bancos centrales, y mantener sobre todo el crecimiento y la creación de puestos de trabajo", destacó el ministro argentino Amado Boudou, tras el encuentro celebrado en Lima.
Los titulares de Hacienda estuvieron reunidos el viernes en la sede de la Cancillería peruana para realizar un diagnóstico de la crisis y darle forma al Consejo Suramericano de Economía y Finanzas, organismo que se encargará de elaborar y llevar a la práctica mecanismos y acciones conjuntas de corto, mediano y largo plazo.
Si bien las medidas concretas serán anunciadas la semana próxima, luego de un encuentro con los presidentes de los bancos centrales de la región, pudo saberse que el plan considerado en Lima prevé incentivar el comercio intrarregional, impulsar el uso de monedas locales para las transacciones entre los miembros, coordinar el manejo de las reservas y avanzar en el desarrollo de un mercado financiero y de capitales que incorpore la canalización del ahorro local para su reinversión en el bloque.
En este sentido, Boudou afirmó que "hay una oportunidad para aumentar el comercio intrarregional que hoy no supera el 20 por ciento de las exportaciones entre países del bloque. Con la crisis, bajará la demanda internacional y nosotros intentaremos no sólo redireccionar el comercio, sino potenciarlo".
Para el ministro, será fundamental contar con un instrumento como el Banco del Sur para poder profundizar el intercambio. La creación de la entidad financiera regional ya fue avalada por los presidentes de la Unasur, pero aún debe ser ratificada por los parlamentos de varios países antes de ponerse en marcha.
Otra de las propuestas consideras fue la construcción de un Fondo de Reservas Suramericano, planteamiento que vienen haciendo Ecuador y Venezuela desde hace algunos años.
También se insistió sobre el pago con moneda local en los intercambios comerciales. El canciller de Venezuela, Nicolás Maduro, expuso en este sentido cómo funciona el Sucre (Sistema Único de Compensación Regional), que ya es utilizado en el 30 por ciento de las transacciones de los países integrantes de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).
El propio Hugo Chávez había pedido unos días antes “romper la dictadura del dólar” con instrumentos como el Sucre. “Ahora más que nunca cobra fuerza la propuesta de crear una nueva moneda, que ya existe”, dijo en un contacto telefónico con Venezolana de Televisión.
Todas las propuestas serán definidas el jueves próximo por los expertos de la Unasur y el viernes se dará a conocer un documento conjunto en Buenos Aires.
Más allá de las urgencias coyunturales, lo interesante de esta coordinación de políticas en bloque es que representa una valiosa oportunidad para afianzar la autonomía económica de la Unasur, profundizando el grado de integración con visión estratégica.
De Agencia Periodística de América del Sur (www.prensamercosur.com.ar)
No hay comentarios:
Publicar un comentario