En medio de una
situación que calificó de "sombría", el presidente electo de España,
Mariano Rajoy, anunció en el Congreso de Diputados un fuerte paquete de medidas
de ajuste del gasto público, eje del plan económico para enfrentar la crisis y combatir
el desempleo del país ibérico, en el último tiempo bajo la atenta mirada de
toda Europa.
El líder del PP
anunció "una profunda reforma" del sector público en España que
permita "eliminar duplicidades" y "rebajar sus costos", así
como actuaciones fiscales para impulsar el crecimiento económico.
Señaló que, con
"carácter urgente", su Ejecutivo va a redimensionar el sector público
y el personal a su servicio, eliminar entidades y reducir los gastos de la
administración.
El líder
conservador, que hoy cifró en 16.500 millones de euros la reducción del déficit
público de España para el próximo año para cumplir con el objetivo fijado en el
4,4 % del PBI, hizo hincapié en que la reforma administrativa no debe limitarse
a la central, por lo que su gobierno va a negociar con el resto "un pacto
por la austeridad y la eficiencia". "Si las administraciones públicas
no son eficaces, nuestra economía no podrá ser competitiva", dijo.
Por su parte, en
el ámbito fiscal, anunció una serie de actuaciones "urgentes" para
"propulsar la recuperación económica y la cohesión social". En ese
sentido, explicó que su gobierno creará un marco fiscal de apoyo a los
emprendedores, pequeñas y medianas empresas y autónomos, así como una ayuda
fiscal por importe de 3.000 euros por la contratación del primer trabajador.
El próximo
presidente del Gobierno español anunció también un plan especial a favor de
hombres y mujeres en el ámbito laboral, "a fin de luchar contra la
discriminación salarial entre sexos".
En el comienzo
de su proceso de investidura, que culminará mañana y dará lugar al día
siguiente a su asunción como nuevo jefe de gobierno, el líder del Partido
Popular (PP), que gobernará con mayoría propia a partir de pasado mañana, dio
señales de austeridad y de apego a las obligaciones financieras.
Rajoy enumeró
una serie de medidas que se propone adoptar al frente del nuevo gobierno, entre
ellas una Ley de Estabilidad Presupuestaria, para limitar el gasto de las
administraciones públicas; culminar el saneamiento del sector financiero, y
"reformas estructurales para hacer la economía más flexible y más
competitiva", además de acometer una modernización de la legislación
laboral.
Tras afirmar que
el panorama económico del país "no puede ser más sombrío" con la
economía española que no crece y "el número de personas que buscan empleo
sin encontrarlo que ronda ya los 5.400.000" (el 23% de la población
activa), subrayó que se concentrará "en estimular el crecimiento y
potenciar la creación de empleo".
Como segunda
tarea, se fijó "asegurar la plaza que corresponderá a España en el mundo
que surja de esta crisis, que ya no será el mismo que conocemos", por lo
que dijo "importa mucho que nos vean como una economía solvente".
"A la salida de la crisis no habitaremos el mismo planeta", señaló
Rajoy, que considera que habrá un cambio de las reglas y "hasta de la
manera de participar en el proyecto europeo".
Por ello, dijo
"Tenemos que resolver qué lugar queremos que España ocupe en el
mundo" y acometer reformas, "grandes reformas", mirando lo que España
necesitará no dentro de un año, sino en los próximos 20 años.
De Asteriscos TV
(www.asteriscos.tv)
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