Artículos que abundan hoy en la red dan cuenta de que se pospuso la votación de los proyectos SOPA y PIPA.
Las dos iniciativas, vale recordar, son proyectos que estaban en análisis en el Congreso de los Estados Unidos (que no es el del mundo entero, aunque ellos lo crean así), y mediante ambos lo que se buscaba era, oficialmente, regular las descargas de contenidos de internet y proteger a los autores en sus derechos de propiedad intelectual.
Todo muy lindo, pero... lo que subyacía, y no se dejaba tan en claro, era la posibilidad de que en marcos tan amplios como los que las leyes dejaban abiertos en un mar de confusas definiciones legales, era que se procediera a cerrar sitios, o a bloquearlos temporariamente, por el hecho de que, acusados de piratería, o de violación a los derechos de autor, en realidad, cayeran mal a los intereses de alguien.
La delgada línea estuvo a punto de ser traspasada, de aprobarse la legislación. Sin embargo, como deja en claro un artículo que citamos más abajo, algunas acciones se llevan adelante, como la que involucró esta semana a Megaupload, pero otras no, cuando de concretarse pondrían en riesgo los intereses de grupos realmente poderosos o ligados al poder real.
Pero valgan algunas consideraciones que resultan a esta altura de las circunstancias tan obvias que no merecen repetirse.
Un escritor no venderá menos libros, ni un músico menos discos, por el hecho de que existan descargas digitales gratuitas de la web.
Quienes disfrutamos de la lectura, o de escuchar música, lo que tenemos la chance de hacer, web mediante, es conocer a más autores y más músicos, y dejar que el mundo entre a nuestras casas.
Quienes disfrutamos de la lectura, o de escuchar música, tenemos la chance poder leer en la web, o de escuchar música nuestros celulares o computadoras, o cualquier otro sistema que lo permita.
Claro, esa música podemos descargarla en forma gratuita. Pero, invirtiendo la mirada, podemos decir también que no habría forma que no sea esa de que, por ejemplo, escuchemos las canciones de un músico de Vietnam, de India, o de Armenia, por poner sólo tres ejemplos, si estamos en Argentina. La industria discográfica y la industria editorial, cada una en su rubro, nos someten a su voluntad, a ese puñado de músicos y escritores que se "arriesgan" a publicar/difundir, a sabiendas de que no tendrán otra cosa que pingües ganancias.
Por lo tanto, ese músico vietnamita, indio o armenio no ganaría en función de que los escuchemos más dinero del que gana. Si lo descargamos gratis, no recibe nada. Si internet no nos permite conocerlo, no ganaría nada porque ni sabríamos de él.
Si quisiéramos esperar a que la industria discográfica se fije en él, podríamos pasar una vida entera cruzados de brazos frente a la disquería sin que se produjera el milagro.
Pero, vaya paradoja de la descarga gratuita, el que escuchemos muchos, y en muchos lugares del globo, a ese ignoto músico vietnamita, o indio, o armenio, puede obrar el milagro de que se convierta en uno de esos llamados "fenómenos de Youtube", y que entonces sí las compañías se fijen en él.
No creo que a ninguno de estos músicos les moleste que le hagamos ese favor, que sí les permitirá ganar dinero "oficialmente".
Por otro lado, son infinitos los casos de músicos o escritores que suben sus producciones a internet. Hay blogs, sitios web, portales especializados, hay músicos con consolidada carrera que cuentan con sus propios canales oficiales en Youtube y otros portales de intercambio y difusión.
Entonces, en este caso, cabe preguntarse... "Cuando se dice que es en defensa de alguien... ¿se le preguntó realmente a ese alguien si quiere ser defendido?".
Ejemplo que puede aplicarse siempre que en Estados Unidos se proponga una ley, o casi podría decirse cualquier iniciativa. De hecho, el mejor ejemplo son sus guerras para llevar la paz (nunca más brillante aplicación de la paradoja orweliana- a las víctimas de los "tiranos" alrededor del globo.
Mozo, por ahora llévese la SOPA
Arnau Fuentes presentó en el portal de nación Red (www.nacionred.com), hoy, el siguiente artículo, en el que analiza la postergación de la aprobación de las dos iniciativas (SOPA y PIPA) en Estados Unidos.
"Los hechos suceden cada vez más deprisa. El miércoles pasado, más de 60.000 webs cerraron en protesta por la SOPA. Desde Hollywood replicaron que no darían ni un centavo más al Obamesías, y ayer noche nos enteramos que los federales habían entrado en Megaupload, clausurado sus servidores y detenido a su cúpula, perdón, a su fundador y algunos trabajadores.
"Ahora, resulta que las votaciones, tanto de la SOPA como de la PIPA, han sido pospuestas de forma indefinida. El anuncio lo han hecho el líder de la mayoría en el Senado, Harry Reid, y Lamar Smith, del Comité Judicial del Senado, y principal impulsor del caldo liberticida, que aseguraba el mismo miércoles que en febrero seguiría todo igual.
"El 'trasvase' de senadores fue creciendo rápidamente a lo largo de la protesta del miércoles, y el número de oponentes está ya en 38 de los 41 necesarios para que la SOPA se quede en el cubo de basura del Senado.
"Aún así, no es momento de cantar victoria. Recordemos que la ley aún no se ha aprobado, pero tampoco se ha rechazado de pleno. Ahora toca un pequeño periodo de negociación, seguramente algún párrafo será modificado, y la SOPA volverá a presentarse, quizá con un poco más de maquillaje, e incluso llegue a incorporar algo de su alternativa, la OPEN Act. "
El verdadero punto es quién hace la descarga
Bajo el título "Máscaras de guerra contra los abusos del poder", David Ballota publicó este 20 de enero, en el portal de nación Red (www.nacionred.com), un artículo que explica claramente que la preocupación no son las descargas ilegales y la piratería, sino quiénes la realizan... o cuánto poder tienen.
Ballota dice que:
"El escándalo de la piratería todavía no se ha concretado en la detención de Rupert Murdoch ni en el cierre de las webs del editor sensacionalista cuyas medios piratearon hasta el móvil de la familia de una niña asesinada para lucrarse con exclusivas.
El mundo es injusto y las descargas también pueden ser de racimo, entonces te hacen ministro. Descargas de muerte en un currículum silenciado por la mayoría de medios españoles y su ejército de tertulianos (al servicio del poder) que hoy no faltarán a sus obligaciones para que se entienda lo de la mafia de las descargas. Naturalmente España ya no es la de los Santos Inocentes.
La red se pone la máscara por el cierre de Megaupload y para expresar un hartazgo colectivo con los centros de poder que han convertido los aparatos de represión del Estado en policía privada de los viejos carteles del entretenimiento, la comunicación y el copyright todavía no investigados aunque se intuye que no han roto con su oscuro pasado. Una policía privatizada que no actúa con la misma determinación y diligencia cuando el poderoso aparece en el sumario salvo que los llamados piratas pongan las pruebas sobre la mesa que fiscales, jueces y jefes de policía olvidan en un cajón durante años."
La trama
La mirada de Arnau Fuentes,
columnista de Nación Red (www.nacionred.com), del 15 de mayo de 2011.
"Cuando tuvimos conocimiento
del ACTA, vimos que se trataba de un acuerdo bilateral que vinculaba a
ambas partes, los Estados Unidos y el país firmante, para que la industria del
ocio norteamericana pudiera campar a sus anchas. Los Estados Unidos defienden
los intereses de sus empresas, lo que no debiera ser noticia.
"Lo que si que fue noticia
fue que la mayoría de países a los que se les pidió colaboración,
accedieron y vendieron a sus empresas y ciudadanos. Quizá no directamente
firmando el ACTA, pero si por otras vías, como las
diferentes modificaciones de las leyes locales para introducir
medidas que protegen a empresas foráneas al tiempo que convierten a los
ciudadanos en delincuentes.
"Quizá por las reticencias y
la oposición que se ha encontrado con ACTA, y seguramente debido a que los
propietarios y responsables de dominios, blogs, páginas web y demás
encontraron formas de evitar las modificaciones legislativas moviendo
los servidores fuera del país, unos cuantos senadores norte-americanos han
decidido dar un paso hacia adelante.
"Patrick Leahy, Orrin Hatch
y Chuck Grassley han mandado su propuesta de ley llamada Preventing
Real Online Threats to Economic Creativity and Theft of Intellectual Property,
en adelante conocida como PROTECT IP y que traducido dice más o
menos que será la Ley de Prevención de Amenazas Reales En Línea a la
Creatividad Económica y del Robo de la Propiedad Intelectual. Parece un chiste,
pero no lo es. Burla sería más apropiado.
"PROTECT IP deja
la COICA, el ACTA la Ley Sinde, la Digital Economy Bill y
Hadopi, todas juntas, a la altura del betún y no va a proteger la Propiedad
Intelectual, si no a atacar a cualquiera que la infrinja. Mejor
dicho, atacará a aquellos a quienes los titulares de los derechos digan que
han violado alguna normativa de copyright, y lo hará mediante el sistema
"apisonadora".
"Según la propuesta
de PROTECT IP, no solamente seguirá el secuestro de dominios
gestionados por registradores estado-unidenses, si no que se ampliará el marco
de actuación y se podrán secuestrar dominios por todo el mundo, además de
forzar a los buscadores de Internet, como Google, Yahoo! o Bing, a retirar
de sus resultados los sitios web indicados.
"Pero la parte estrella va
destinada a otra parte del sector de Internet: los titulares de copyright
podrán pedir una orden judicial directa, sin seguir los cauces
actuales que requieren presentar una mínima base para la petición.
"Con dicha orden, y éste es
el objeto último de PROTECT IP, se podrán cortar los grifos
económicosde sustento del sitio web, forzando todo aquel que mantenga
alguna relación comercial con el sitio a que la termine. Esto
incluye publicidad online, medios y pasarelas de pago o los proveedores de
hosting y conexión.
"Ah, y para que no se diga,
se han incluido 'salvaguardias'. Los propietarios de los sitios web acusados de
Amenazar la Creatividad Económica y de Robo de la Propiedad
Intelectual tendrán derecho a quejarse, pero solo cuando se les haya
secuestrado el dominio y las cuentas bancarias.
"La excusa y razón de los
senadores y los que promueven dicha propuesta, es que el robo de
contenido sujeto a copyright está causando una sangría de empleos en
el sector.
"Pero por si acaso lo de
siempre no colaba y por aquello de no querer ser los protagonistas, los grandes
productores han pasado de mostrar a los pobres actores en sus mansiones y, en
cambio, han optado por hablar los John Doe, los sin-nombre del
mundillo: conductores de camión, maquilladores, peluqueros y "el
resto de los americanos de clase media que hacen posibles las películas o las
series de televisión".
"Un gran resorte el del
sentimiento de culpa. Uno se pregunta si, cuando dentro de un tiempo, medidas
como PROTECT IP, y que muy probablemente provoquen la ruina de
más de una y de dos empresas del sector de Internet de forma directa, así
como hará que empeore la situación de la industria del ocio destruyendo mucho
más empleo y sin oportunidad de recuperación, los señores que han propuesto
esta vergüenza serán capaces de acordarse de la clase media americana.
"Junten los filtros que se
planean, por ejemplo en Bruselas o en Australia,
con PROTECT IP y la revisión de las Directivas que comentamos
con anterioridad. Ahora súmenle algún tonto útil y acuérdense
del ensayo general que fue el affaire Wikileaks."
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